El enemigo está en casa
La semana está terminando con una nueva crisis política y mediática en el gobierno de Tlaxcala, por haber incurrido otra vez en actos de violencia de género.
El escándalo se detonó cuando la abogada y activista Yeny Charrez, titular del Centro de Justicia para las Mujeres, fue echada de su centro de trabajo de manera violenta.
No conforme con ello, el gobierno estatal propaló una serie de mentiras sobre el despido injustificado, alegando que se trató de una "renuncia voluntaria".
La ahora ex funcionaria negó lo anterior y dejó entrever que su despido tuvo que ver con la negativa de acceso y procuración de justicia para menores víctimas de género en Tlaxcala.
Ante el nuevo agravio del gobierno de la 4T, en contra de las mujeres, la activista recibió el respaldo del "Colectivo Huitzilin", entre otros sectores de la población.
Y en lugar de establecer una estrategia de control de daños, el gobierno estatal siguió mintiendo, ahora justificando la "renuncia voluntaria", por faltas administrativas.
Fue como echarle gasolina a la hoguera, porque el pecado o virtud de Yeny Charrez, fue la de no someterse a la obediencia ciega y actuar con apego a la ley en el desempeño de sus funciones.
Con esta nueva crisis, una vez más el gobierno estatal demostró que no cuenta con estrategias para enfrentar los escenarios de crisis.
Y quien recomendó mentir para justificar el despido, hoy tiene en el ojo del huracán a la propia Lorena Cuéllar Cisneros, quien recibió fuertes críticas por permitir la violencia de género en su gobierno.
Parece que el enemigo se encuentra en casa, porque también se puso en la picota mediática a dos altos funcionarios: la procuradora Ernestina Carro y al secretario de Gobierno, Sergio González Hernández.
Y es que no es la primera vez que se agreden a mujeres en la era de la 4T, aún está fresca en la memoria la represión con gases lacrimógenos de grupos feministas el 8-M.
Ya lo decíamos en otros espacios, ningún mandatario se puede permitir dejar en manos improvisadas el manejo mediático de las estrategias de gobierno.
Los costos políticos son altos y pueden incidir en la gobernabilidad o en la credibilidad de los gobernantes, como está ocurriendo ahora.
victortamayo5@hotmail.com
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