Más allá del festejo de los morenistas, porque sacaron más votos que Ricardo Anaya en 2018, vayamos a la cruda realidad que dejó la consulta para la revocación de mandato en Tlaxcala.

En la elección presidencial pasada, Tlaxcala se convirtió en el segundo estado, después de Tabasco, que dio el mayor porcentaje de votos a AMLO.

En 2018, se emitieron 613 mil 422 votos, de los cuales López Obrador obtuvo 433 127 sufragios, lo que representó el 70.6 por ciento del electorado.

La entidad solo se vio superada por Tabasco, con el 80 por ciento de los votos, en el entendido que de ahí es originario el entonces candidato de la coalición "Juntos Haremos Historia".

Esta tierra fue considerada territorio lopezobradorista, por el efecto Peje que se hacía sentir en cada elección, sobre todo durante el gobierno priista de Marco Mena.

Sin embargo, en la consulta de revocación de mandato, el gobierno local de la 4T falló en su propósito de entregar buenas cuentas al Presidente de la República.

Lo que significa que Tlaxcala pasó del segundo al quinto lugar de apoyo a López Obrador, al verse superada por Tabasco (35.90%) Chiapas (27.80), Campeche (26.80) y Veracruz 25.60).

En términos generales, aunque no se trató de una elección constitucional, en la consulta del domingo, AMLO fue desairado por cerca del 50 por ciento de los tlaxcaltecas que lo apoyaron en 2018.

Y eso no tiene nada que ver con el número de casillas, como alegan los partidarios del presidente, pues las urnas que se instalaron estuvieron vacías y desangeladas.

Si a ello se agrega que los gobiernos de la 4T (federal, estatal y municipales), utilizaron el aparato del estado para movilizar a la gente a las urnas, la cosa se pone peor.

Si quitamos a todos los servidores públicos y beneficiarios que fueron amenazados con el retiro de los apoyos del Bienestar, con cuánta participación y votos, se quedaría AMLO.

De ahí las caras largas de los dirigentes de Morena, quienes como se esperaba, volvieron a culpar al INE del fracaso estrepitoso de una consulta.

Lo que se niegan a admitir en la 4T, es que el apoyo al presidente de la República se ha venido desplomando dramáticamente, debido a la falta de resultados.

A nivel nacional participaron alrededor de 17 millones de mexicanos, de los cuales AMLO obtuvo el respaldo de 15 millones de ellos, lo que representan el 18 por ciento del padrón.

Lo que significa que alrededor de 75 millones se abstuvieron de ir a las urnas, con lo que enviaron un claro mensaje de hartazgo al gobierno federal.

Si López Obrador quiso medir su popularidad con la consulta del domingo, en sus afanes reeleccionistas, se llevó un tremendo chasco.

Los mexicanos ya están cansados de que en lugar de resolver los graves problemas del país, el Presidente siga dividiendo a los mexicanos, culpando a los conservadores de sus fracasos.

Dice la máxima "divide y vencerás", pero tras los resultados de la consulta del domingo, parece que AMLO está uniendo a sus opositores, pero en su contra.

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