Mejor escenario no pudo tener Andrés Manuel López Obrador, el candidato ganador de la elección presidencial.

Y no lo decimos por el indiscutible triunfo que obtuvo el abanderado de la coalición Morena-PT-PES en la jornada electoral del domingo 1 de julio.

Sino por el rápido reconocimiento a su victoria, que le hicieron sus contrincantes políticos de las coaliciones "Todos por México" y "Por México al Frente".

El caso es que José Antonio Meade, Ricardo Anaya Cortés y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, no le escamotearon el triunfo.

Es decir, los adversarios no se comportaron como el mismo AMLO en las presidenciales de 2006 y 2012, cuando alegó fraude electoral.

Lo que representa un síntoma muy positivo para los mercados internacionales, que anoche se comportaron de manera favorable.

Y alberga la esperanza de que se tendrá una tersa transición de poderes, sobre el todo el presidencial, por el bien de México.

Con el reconocimiento de los abanderados opositores, Andrés Manuel López Obrador tendrá la mesa puesta para ejecutar su proyecto de gobierno.

Es decir, no tendrá ningún pretexto para dejar de mantener la gobernabilidad de este país, salvo que le gane a la pasión y se suba a su ladrillo.

El cierto que cuenta con una legitimidad del 50 por ciento de los mexicanos, pero debe tomar en cuenta que la otra mitad no está con él.

Ahora sólo resta  esperar  la composición del  próximo Congreso de la Unión, para conocer como van a quedar los pesos y contrapesos.

Sin embargo, ese tema y la elección local, donde también se sintió el Efecto Peje, nos darán pauta para otros análisis.

RÁFAGAS….

Y anoche con severos retrasos operó el PREP del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, lo que le metió ruido al proceso electoral.

Pero la sorpresa fue que Morena también arrasó en diputaciones locales, donde todo indica que se llevará Carro Completo.

Eso nunca había ocurrido en Tlaxcala en la era reciente, solo en los viejos tiempos del PRI-Sistema.

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