El PRI cava su propia tumba
Cuando parecía que el PRI había tocado fondo, por los resultados desastrosos de la elección del pasado 2 de junio, aún viene lo peor.
La pretensión de Alejandro Moreno de reformar los estatutos en la próximo Asamblea Nacional, para perpetuarse en la dirigencia, acabará de enterrar a ese partido político.
La ex gobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes, uno de los pocos liderazgos históricos del PRI, alzó la voz para exigir que no se admita la elección consecutiva de la dirigencia nacional.
Pidió que se haga valer el artículo 178 de los estatutos, donde se establece una duración de cuatro años en los cargos de Presidente y Secretario General del CEN.
La senadora tlaxcalteca no dijo más, pero sabe de lo que habla, pues de perpetuarse la dirigencia de Alito, el PRI estaría cavando su tumba como partido político nacional.
Reformar los estatutos provocaría una nueva y quizá la ultima desbanda, antes de el tricolor corra la misma suerte que el PRD, instituto que en la pasada elección perdió su registro federal.
De entrada, el PRI de Tlaxcala sería el primero en desmarcarse de la dirigencia nacional, en el entendido de que la senadora Beatriz Paredes tiene las riendas estatales partidistas.
Si de por sí no le quedan muchos liderazgos locales, pues la mayoría de ellos ya sumaron fuerzas con la 4T, como el reciente caso del diputado federal, Mariano González Aguirre.
Al momento, el PRI solo cuenta con dos figuras de peso, Anabell Ávalos y Blanca Águila, quienes formarán parte del próximo senado de la República y legislatura local, quienes tienen una relación cercana con Beatriz Paredes.
Por lo que no será difícil augurar qué pasará en caso de que la ex gobernadora de Tlaxcala pinte su raya del partido que, ahora sí, parece que está dando sus últimos coletazos.
victortamayo5@hotmial.com
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