Jugar con fuego
Es evidente que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, está jugando con la estabilidad del país, lo que puede generar fuertes dolores de cabeza para la Cuarta Transformación.
Ayer decenas de campesinos se movilizaron en Tlaxcala, no solo para protestar por los recortes de los apoyos al campo, sino por la cerrazón del gobierno federal para atender sus demandas.
En la mismo tónica se encuentran trabajadores de los Cecytes y Colegios de Bachilleres del país, quienes ya empezaron a paralizar centros educativos a manera de protesta.
También se les suman los más de cuatro mil trabajadores de escuelas de tiempo completo, a quienes no se les han pagado sus percepciones desde el mes de Enero.
Además de las las protestas por el recorte al programa de estancias infantiles, así como por el cierre de comedores comunitarios.
No son los únicos casos que prenden los focos rojos en el país, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación empezó a radicalizar sus acciones en la capital del país.
Si a ello se agrega la inconformidad social por la inseguridad pública, que sigue en aumento, y por el incremento a los precios de la gasolina, la situación se pone peor.
Todo parece indicar que el Presidente de la República está jugando con fuego, pues no puede abrir tantos frentes sin poner en riesgo la estabilidad del país.
Al tiempo.
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