La guerra toca las puertas de Palacio Nacional
La guerra interna que se registra en Morena, por la candidatura a la gubernatura de Tlaxcala, ya escaló la geografía estatal y tocó la puerta de Palacio Nacional.
Una cosa es sacarse los trapitos al sol en el ámbito local y otra, muy diferente, involucrar en la disputa al Presidente de la República, lo que puede traer graves consecuencias.
Vamos por partes.
Todo empezó, el 10 de noviembre pasado, cuando el periodista José Ureña, publicó en su columna del diario 24 Horas, lo siguiente:
En la FGR de Alejandro Gertz Manero hay una denuncia muy grave.
Casi una decena de operadores de Jóvenes Construyendo el Futuro denunciaron que les son exigidos dos mil 500 pesos mensuales de los tres mil 600 que reciben.
Los entregaban –o entregan- a Fernando Lucio Celis y operadores de la Secretaría del Bienestar so pretexto de apoyar a la superdelegada Lorena Cuéllar, aspirante de Morena a gobernadora.
En el cuartel de Lorena Cuéllar caló hondo esa publicación, pero se pusieron más nerviosos cuando la revista Proceso publicó en la edición 2298, un reportaje sobre las corruptelas de los Súper Delegados que quieren ser gobernadores, donde involucra a Lorena Cuéllar.El asunto no paró ahí, el periodista Carlos Ramírez, reveló en su columna Indicador Político, de fecha 17 de noviembre:
Tlaxcala. La elección de gobernador en Tlaxcala comienza a calentarse por las denuncias contra la superdelegada federal en la entidad, Lorena Cuéllar Cisneros, expriísta, experredista y ahora morenista, quien operó fondos del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” con denuncias de corrupción fincadas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, oficina que ya informo a la Secretaría de Bienestar para las denuncias correspondientes. Por lo pronto, la hoy diputada y sobrina del secretario particular del presidente Díaz Ordaz, Joaquín Cisneros, no acató medidas cautelares y puede encarar responsabilidades penales.
La respuesta no se hizo esperar, en la columna Templo Mayor del diario Reforma, donde se involucra a altos mandos del Gobierno Federal en el proceso interno de Tlaxcala:
Menos mal que en la 4T ya no hay nepotismo, porque entonces sería muy extraño que la esposa de un alto funcionario de la Presidencia de la República fuera candidata de Morena a la gubernatura de Tlaxcala.
Se trata de la empresaria huamantleca Dulce Silva Hernández, que está casada con César Yañez, el vocero de AMLO y actual coordinador general de Política y Gobierno en el mismísimo despacho presidencial. Nomás para hacer memoria, la boda fue de tan altos vuelos que hasta llegó a la portada de la Revista Hola, como cuando Enrique Peña Nieto se casó con Angélica Rivera "La Gaviota" o la cantante Anahi con el gobernador Manuel Velasco.
Y si la boda fue cara la promoción de la empresaria es barata, pues inclusive puso a sus simpatizantes a sanitizar los autos de los tlaxcaltecas, con tal de darse a conocer. La candidatura se va a definir por medio de una encuesta y se dice que la favorita es, la ex súper delegada Lorena Cuéllar, pero hay quienes se preguntan si Silva Hernández juega con el punto de la banca o mejor dicho, de Palacio Nacional.
A leguas se puede ver la mano que mece la cuna en las respectivas publicaciones, donde la gravedad se encuentra en meter en la disputa al propio Andrés Manuel López Obrador.
El manual dice que las guerras sucias son armas de doble filo, con riesgos de autoflagelarse si van en la dirección equivocada.
Al tiempo.
victortamayo5@hotmail.com
Comentarios