Ponchito, el hijo de papi
Alfonso Sánchez García, secretario de Infraestructura del gobierno de Tlaxcala, también quiere la candidatura de Morena al Senado de la República, y después ser gobernador del estado.
Pero resulta que, a sus 53 años de edad, el arquitecto no tiene trayectoria política, ni experiencia relevante en la administración pública.
Los únicos dos cargos en el gobierno federal y estatal, los ha obtenido al amparo de su padre, el ex gobernador de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya.
Antes de la SI, fungió como delegado de la Secretaría de Gobernación Federal en el Estado de Tlaxcala, de enero a julio de 2021, cuando sus mentores ocupaba cargos en la Segob.
Sánchez Anaya se desempeñaba como titular de la Unidad de Administración y Finanzas y su madre, María del Carmen Ramírez García, como coordinadora para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur.
Lo anterior viene a cuento porque el ex gobernador perredista ha intensificado la operación política para apuntalar las aspiraciones políticos de su hijo, y reinstalar a su dinastía en el poder estatal.
El Rancho Toltecapa, ubicado en el municipio de Tlaxco, se ha convertido en verdadero cuartel de campaña, donde desfilan todo tipo de representantes de agrupaciones políticas y sociales.
Lo que indica que Sánchez Anaya ya tomó las riendas de la precampaña de `ponchito´, confiado en sus habilidades como operador y negociador político.
Aunque, en este sentido, el veterinario con afanes monárquicos, parece olvidar la derrota de su esposa Maricarmen Ramírez, cuando intentó que lo sucediera en el cargo, en 2004.
O la propia, en las elecciones federales de 2015, cuando la priista Rosalinda Muñoz Sánchez le ganó ampliamente la diputación federal del distrito I.
Nadie duda de las capacidades políticas del ex gobernador, pero han venido a menos desde que sacó al PRI de Palacio de Gobierno, cuando derrotó a Joaquín Cisneros.
Lo que si hay que reconocerle, son sus habilidades como negociador, pues se sabe vender bien cuando realiza amarres políticos, como ocurrió con Lorena Cuéllar Cisneros.
Sin canicas de por medio, pues su grupo estaba prácticamente venido a menos, hoy el sanchezanayismo controla las secretarías de Educación y Infraestructura, así como el Congreso Local, entre otros espacios públicos.
Además, tiene influencia en casi la mitad del Comité Directivo Estatal de Morena, el cual a un paso estuvo de controlar en su totalidad, en su pasada renovación.
Con esa fuerza que obtuvo, a cambio de nada, Sánchez Anaya intenta que la gobernadora del estado cumpla con el compromiso político de otorgarle la candidatura al Senado a su hijo.
Lo grave de todo es que ´ponchito´, a pesar de su edad, aún está demasiado verde para incursionar en las altas esferas de la política tlaxcalteca.
Quizá por ello, en la mayoría de las reuniones con grupos, que sostiene su padre en el Rancho Toltecapa, el secretario de Infraestructura no está presente.
Hay varios liderazgos que reclaman su presencia, no solo para conocerlo, sino para escucharlo hablar y saber sus planteamientos, pero como buen principeso, sus padres lo cuidan demasiado.
No es el único caso de juniors y mirreyes que se está construyendo para el 2024, hay otros ex y actuales gobernantes que están apuntalando a sus hijos e hijas, pero esas serán otras historias.
victortamayo5@hotmail.com
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