Día histórico para el olvido
Claudia Sheinbaum tenía todo para hacer de su toma de protesta un día histórico, por ser la primera presidenta de México.
Pero la mandataria federal echó todo por la borda, al convertir el recinto legislativo de San Lázaro en un acto de campaña política.
La primera mujer que asume la primera magistratura del país, se dedicó a defender los "otros datos" del presidente saliente.
Lo que dejó un mal sabor de boca ante los ojos del mundo, pues demostró sumisión y provocó que el reflector se lo llevara Andrés Manuel López Obrador.
Mientras, los senadores y diputados federales de la 4T, no pararon de gritar "¡es un honor estar con Obrador!", y "Presidenta!...¡Presidenta!
Es decir, los legisladores se convirtieron en porristas, lo que deslució la ceremonia que debió ser solemne y republicana.
La única diferencia que marcó Sheinbaum de su antecesor, fue el anuncio que este miércoles estará en Acapulco, para atender la problemática por las inundaciones.
Lo demás fueron loas hacía su mentor político, a quien consideró el presidente de México más querido desde Lázaro Cárdenas.
Lo que indica que la presidenta de México, se dedicará a defender con todo el legado de López Obrador, a costa de su propia imagen.
Mientras Sheinbaum ensalzaba la llegada de las mujeres al poder, AMLO le negaba el saludo a la ministra Norma Piña.
Así inició un sexenio en la presidencia de México, en el que hasta el último minuto, el ex presidente impuso sus cuadros en el nuevo gabinete.
Parecía que el tabasqueño no se quería ir, pues dejó su residencia de Palacio Nacional hasta las 18 horas del lunes, a seis horas de terminar su mandato.
Y ayer, en la ceremonia de toma de protesta, López Obrador siguió robando reflectores, pues las porras más fuertes fueron para él.
Lo que evidenció que el ex presidente se fue, pero mantendrá el control del Congreso de la Unión, de los gobernadores de la 4T y de Morena.
Es decir, tenemos un ex presidente muy fuerte y una presidenta de México muy acotada, con poco margen de maniobra.
Al tiempo.
RÁFAGAS...
Nos enteramos que están contados los días de Jorge Guevara, como secretario general de la sección 55 del SNTE.
De un momento a otro saldrá la convocatoria para la elección del nuevo comité seccional, prevista para finales de octubre.
Ya hay cinco planillas que andan en plena campaña, la mayoría integrantes de actual comité con muchos años ahí pero con poco trabajo.
Es el caso de Teresa Meneses, quien en dos décadas no hizo nada para defender los derechos laborales de los maestros, pues solo se dedicó al ascenso de familiares y obtener beneficios personales.
Lo mismo se dice de Ignacio Díaz Grande, quien como ex secretario general incurrió en actos de desvío de recursos, venta de plazas, nepotismo y corrupción.
Al otro aspirante, Enrique Herrera, representante de Telesecundarias, lo señalan de irresponsable, aliado de Baco y caifán con las maestras.
En el caso de Edén Tapia, ex secretario del sindicato Justo Sierra, tiene el defecto de ser muy impuntual pero no tiene antecedentes de corrupción y ventas de plazas, por lo que es el de mayores posibilidades.
Hay uno más, Arturo Santacruz, sin nada qué hacer, pues solo se meterá a la contienda interna para negociar posiciones para él y los suyos.
victortamayo5@hotmail.com
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