Efecto cucaracha
Los organismos de seguridad pública del estado, no deben permanecer pasivos ante lo que está ocurriendo en San Martín Texmelucan.
En esa localidad poblana, fuerzas federales y estatales desmantelaron a la Policía Municipal por vínculos con el crimen organizado.
De los más de 180 policías retenidos y sujetos a investigación, se encontró que 113 de ellos estaban usurpando funciones.
Es decir, se trataba de elementos cachirules, que no contaban con Clave Única de Identificación Policial.
Sin embargo ejercían funciones de policías, ya que a través de sobornos pasaron los filtros del control de confianza.
Esa es la forma con que opera la delincuencia en varias regiones del país, infiltrando a su gente en las policías para cuidar su negocio.
La limpia en la policía de Texmelucan, tiene que ver con los sucesos recientes como aparición de cuerpos desmenbrados y narco mantas que se atribuye el CJNG.
Por eso las autoridades tlaxcaltecas deben mantenerse alerta, pues los efectos de la inseguridad en Puebla, se han sentido en nuestro territorio.
No es casual que en los municipios de Ixtacuixtla, Tepetitla, Nativitas y hasta Zacatelco, se han registrado actos de extrema violencia.
Los mismos vienen acompañados con el tiradero de cuerpos en varias localidades, con signos de haber sido ejecutados.
Al mismo tiempo se ha incrementado la presencia del huachicol, así como el enfrentamiento entre bandas que disputan el lucrativo negocio.
Y esa actividad no sería posible si no se contara con la complicidad de policías municipales, como se ha denunciado de manera permanente.
De ahí que no es casual que el Gobernador Marco Mena haya anunciando hace días el blindaje de las fronteras del estado.
Sin embargo, hace falta más, sobre todo ahora que la limpia en Texmelucan, puede generar un efecto cucaracha a nuestro territorio.
RÁFAGAS…
Siguen apareciendo datos sobre los tlaxcaltecas de Quilehtla, desaparecidos tras viajar al estado de Oaxaca.
La información que se cuenta es que no son seis, sino cinco los oriundos de la entidad, pues el sexto es oaxaqueño.
Ayer el periódico El Universal publicó que el último rastro, tuvo que ver con una llamada que recibió la madre de uno de ellos, solicitándole un rescate de tres millones de pesos.
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