La baraja de AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador, ha recibido severos cuestionamientos por destapar a seis funcionarios que, dijo, tienen posibilidades de sucederlo en el cargo.
En el escenario mediático, los opinólogos consideran que se trata de un distractor más, para alejar de la discusión nacional los graves problemas del país.
Algo hay de eso.
El Presidente de México trata de evadir la falta de resultados en materia de seguridad pública, económica, salud y las recientes alzas en energéticos y en el maíz.
Sin embargo, queda claro que López Obrador no está loco, por empezar a manejar la baraja de presidenciables para el 2024.
Es cierto que estamos a mitad del sexenio y ningún presidente de la República ha osado adelantar los tiempos sucesorios de manera tan precipitada, como el actual.
Pero queda claro que AMLO no es igual a los anteriores mandatarios, tiene mayor olfato que cualquier animal político y siempre lleva la delantera, a pesar que muchas cosas son meras ocurrencias.
Es decir, los columnistas deberían empezar a analizarlo por sus dichos y acciones, en lugar de compararlo con otros presidentes de la República, pues ya se vio que no sigue las mismas reglas del juego político del pasado.
López Obrador está abriendo el juego sucesorio, porque eso le va a dar mayor control del proceso y presencia mediática a sus posibles sucesores.
Sabe, por experiencia propia, que los tiempos del tapadismo ya no funcionan en la época actual, donde ahora el que no se mueve, no sale en la foto.
AMLO llegó al poder con un abrumador posicionamiento ciudadano, luego de doce años de campaña y de darle varias vueltas al país.
De ahí el destape de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle, donde no mencionó, una vez más, a Ricardo Monreal.
En ese orden están las preferencias del mandatario, aunque solo los dos primeros tiene posibilidades de ser ungidos por el dedito de AMLO.
Sin embargo, tanto la gobernadora de la Ciudad de México como el Canciller quedaron tocados por el desplome de la Línea 12 del Metro, por lo que si no se reponen del todo, tiene opciones de donde escoger.
En el fondo, López Obrador trata de acaparar los reflectores para los suyos y evitar que ese hueco lo llenen los aspirantes de la oposición.
Para su fortuna, actualmente no hay un líder opositor de peso que pueda competir con los suyos y con él mismo, pues queda claro que AMLO hará campaña en la elección de 2024, aunque no esté en la boleta electoral.
O usted le ve posibilidades a los panistas, Ricardo Anaya, Mauricio Vilas, o a los priistas Miguel Osorio Chong y Alejandro Moreno, o a Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano.
victortamayo5@hotmail.com
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