Imparable ola de fraudes
En los últimos días, se registró una nueva oleada de fraudes cibernéticos a través de las redes sociales en Tlaxcala.
La alerta inició cuando la ex candidata a la gubernatura del estado, Anabell Ávalos, reportó que su cuenta de WhatsApp fue hackeada.
Los ciberdelincuentes pedían a los contactos de la líder estatal del PRI, transferir 20 mil pesos a una cuenta de Scotiabank, a nombre de Estefania Alferez.
No fue el único caso, la ex diputada federal del PAN, Aurora Aguilar, también reportó lo mismo, por lo que pidió a sus contactos no caer en el fraude.
Esta nueva oleada de hackeos se suma a lo que vivieron hace algunas semanas varios diputados locales y funcionarios estatales.
Lo que indica que nadie está a salvo de la comisión de este tipo de delitos, de ahí que se siguen cometiendo con total impunidad.
Lo peor es que las autoridades estatales y federales, que se supone que cuentan con la tecnología para investigar y castigar los fraudes cibernéticos, no hacen nada.
Más aun, cuando se supone que el gobierno de Tlaxcala adquirió un costoso equipo que les permite intervenir los celulares y las cuentas de internet.
Todo parece que la función principal de esas herramientas es el espionaje político, no combatir a la ciberdelincuencia, que sigue haciendo de las suyas.
victortamayo5@hotmail.com
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