Libertad de prensa, en riesgo

Libertad de prensa, en riesgo
En Tlaxcala, se celebró el Día del Periodista el pasado lunes, en momentos en que la libertad de expresión se encuentra bajo amenaza en el país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador no quiere dejar en poder, sin antes darle un duro escarmiento a la prensa crítica.

Al menos así se entiende la feroz persecución, utilizando las herramientas del estado, contra del periodista Carlos Loret de Mola y del comediante, Víctor Trujillo, mejor conocido como Brozo.

En medio de esa trama se encuentra la empresa Latinus, a quienes desde las altas esferas de la 4T, no se le perdona haber documentado la corrupción del gobierno federal y de la familia presidencial.

Hasta el momento, la independencia del Poder Judicial garantizaba la no persecución de la prensa crítica, pero eso está por terminar con la reforma que viene.

En medio del futuro incierto para la libertad de expresión, no deja de llamar la atención la conmemoración del Día del Periodista, del gobierno morenista de Tlaxcala.

La mandataria Lorena Cuéllar Cisneros tuvo el tino de festejar en su Día, a los reporteros que cubren la fuente del gobierno del estado.

En otros años, los invitados al convite eran los directivos de los medios, dejando afuera a los que contra viento y marea, cubren las actividades del Ejecutivo.

Para malestar de algunos directores de medios de comunicación, en Tlaxcala se les aplicó el lema de Zapata, en el sentido de que la libertad de expresión es de quien la trabaja, como la tierra.

A los reporteros, la gobernadora Lorena Cuéllar les dijo que nunca los dejará solos, "en problemas de salud o personales, siempre contarán conmigo".

En general se trató de un modesto festejo donde los agasajados fueron quienes realmente merecieron ocupar las mesas junto con los funcionarios estatales.

En otras ocasiones, los reporteros de la fuente solo se quedaban mirando, tomando datos e imágenes para hacer la nota.

Por supuesto que ese gesto no borra la facciosa política de comunicación social, implementada en los dos primeros años del gobierno de Lorena Cuéllar.

Partidizar la relación con la prensa tuvo sus consecuencias, pues a finales de año pasado el gobierno de Tlaxcala se encontraba con los peores niveles de aprobación, solo por arriba de Morelos, de Cuauhtémoc Blanco.

Al momento, diversas encuestas ya ubican a la gobernadora Lorena Cuéllar en márgenes del 50 por ciento de aprobación, tras reorientar el barco.

victortamayo5@hotmail.com