Milenio corta cabezas
Resulta que el Grupo Milenio decidió entregar, en bandeja de plata, la cabeza de Carlos Marín al gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador.
Con el argumento de que se está preparando una profunda transformación empresarial, el poderoso medio de comunicación relevó de tajo a su director editorial.
Este fue el anuncio:
1.-A partir de esta fecha, Carlos Marín Martínez deja la Dirección General Editorial de Grupo MILENIO para asumir la Asesoría de la Presidencia Ejecutiva, a cargo de Francisco D. González Albuerne.
2. Carlos Marín mantendrá sus espacios en las distintas plataformas del grupo: la columna El asalto a la razón en el impreso y milenio.com, el programa televisivo del mismo nombre, y su participación Con los de enfrente que se realiza con periodistas de El Universal.
Adicionalmente, elaborará proyectos que apuntalarán el prestigio y fortalecimiento de Grupo MILENIO/Multimedios.
Hasta ahí parte del editorial que se publicó ayer para dar a conocer la noticia de los cambios al interior de ese medio de comunicación.
Lo que Milenio no dice es que Carlos Marín fue un feroz crítico de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo en la pasada campaña electoral.
Tampoco informa si está decisión se tomó por petición del próximo gobierno federal o la empresa de muto propio quiere quedar bien con el presidente electo.
Lo que si queda claro es que a los empresarios del Grupo Milenio se espantaron por las alusiones que hizo AMLO hace algunos días, cuando se dio a conocer el escándalo del Fideicomiso de Morena:
"Todo esto se ha difundido mucho en los medios conservadores, no se me va a olvidar, no es que quiera actuar yo de manera vengativa. Yo no odio pero no olvido; yo perdono pero no olvido", dijo.
Queda claro que los empresarios del Grupo Milenio entendieron el mensaje del presidente electo y actuaron en consecuencia.
Lo que indica que la suerte de Carlos Marín está echada, aunque le hayan dado un cargo de asesor y supuestamente le haya respetado sus espacios.
Igual le sucedió a Ricardo Alemán, otro columnista de Milenio, cuyo espacio no duro mucho luego del linchamiento chairo del que fue objeto.
Sólo nos queda una pregunta:
“¿Esa es la política, la de someterse ante el régimen, la que van a adoptar poderosos medios de comunicación, en aras de su sobrevivencia?
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