Abucheos inducidos
El pasado 31 enero, Andrés Manuel López Obrador realizó su primera visita a Tlaxcala, en su calidad de Presidente de la República.
Durante la entrega de Apoyos Integrales de Bienestar, hubo una serie de abucheos en contra del gobernador Marco Antonio Mena.
A pesar de que los voceros de Morena se apresuraron a difundir el hecho, no hubo interés de la prensa nacional, pues esa misma situación se venía presentando en otros estados.
Ahora se sabe que los abucheos fueron inducidos y que corresponden a una estrategia de Morena en los estados gobernados por la oposición.
Lo anterior quedó en evidencia al filtrarse un Manual de Morena para las giras presidenciales en entidades que gobiernan el PAN, PRI, PRD y MC.
El Manual pide insistir a los asistentes convocados que al anunciar la intervención del mandatario estatal de oposición, hagan lo siguiente:
ES OBLIGATORIO. Emitir sonidos y gritos de desaprobación. (Abucheos, silbatina, consignas partidistas etc.).
Por el contrario, se induce a realizar porras y manifestaciones de alegría cuando se presente a AMLO, con la consigna: es un honor estar con López Obrador.
El caso es que esa situación la han padecido varios gobernadores, quienes han aguantado con civilidad las protestas inducidas.
Aunque hubo algunos que no se quedaron callados, como Héctor Astudillo, de Guerrero, quien pidió más respeto al Presidente de la República.
En el fondo de todo, lo que Morena no parece entender es que es gobierno a nivel federal, por lo que no puede comportarse como porros.
Ayer en su conferencia mañanera, AMLO se deslindó del Manual, pero no lo condenó, ni ofreció detenerlo, por lo que esa práctica seguirá presentándose en sus giras.
Ante esa situación no tardarán los reclamos de "Más respeto Sr. Presidente o El que se lleva se aguanta".
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