La senadora Minerva Hernández Ramos, cometió un error político imperdonable, que le puede costar la dirigencia estatal del PAN.

La legisladora tlaxcalteca formó parte del grupo de senadores del PAN, que firmó la "Carta Madrid", con el ultraderechista partido español VOX.

Minerva estuvo en la reunión con Santiago Abascal, líder de Vox, para sellar una alianza "en contra del avance del comunismo, en defensa de la libertad, la democracia y la propiedad privada". 

Si lo que pretendía Minerva Hernández Ramos era salir en la foto, el tiro le puede salir por la culata, por los antecedentes del partido español.

VOX representa lo más reaccionario de la ultraderecha, con posiciones conservadoras, misóginas, racistas y clasistas, como las definió el presidente Andrés Manuel López Obrador.

De hecho, tras la reunión, muchas figuras panistas se deslindaron de la alianza de los senadores del PAN, con el partido español.

Las críticas internas más fuertes que se escucharon, fueron las del expresidente Felipe Calderón y el ex dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero.

Curiosamente, Gustavo Madero, fue quien le abrió a Minerva Hernández Ramos, las puertas del PAN, y quien la hizo diputada federal y Senadora de la República.

De ahí que no entendemos el ultraderechismo de "La Mine", pues sus antecedentes políticos están más ligados con el PRI y PRD, que con el PAN.

Minerva Hernández se hizo con Alfonso Sánchez Anaya en el tricolor, luego fue su secretaria de Finanzas en el gobierno perredista.

Tras la ruptura, llegó al Senado por el PRD, luego buscó la gubernatura de Tlaxcala, pero por un pacto entre Jesús Ortega y Gustavo Madero, declinó a favor de la panista Adriana Dávila.

Es más, el panismo de Tlaxcala está lejos de ser considerado como de derecha, a pesar de que el PAN ya gobernó la entidad.

Los bastiones de la derecha y ultraderecha del PAN se ubican en Puebla, Querétaro, Guanajuato, Nuevo León, Jalisco y otras entidades del norte del país.

En estos momentos, Minerva Hernández busca la dirigencia estatal del PAN, lo cual se le puede complicar al salir del clóset y mostrar su ultraderechismo.