Patadas de ahogados y desfiguros
Vaya desfiguro está haciendo un grupo minoritario de panistas de Tlaxcala, quienes tratan de utilizar el proceso interno de renovación del Comité Directivo Estatal del PAN para revivir.
La mayoría de ese grupo, que azuza la aspirante a dirigir al albiazul nacional, Adriana Dávila, son solo cadáveres políticos, conocidos más por sus escándalos y abusos, que por sus logros.
Ayer, en conferencia de prensa, la recua de panistas salió a despotricar en contra de la determinación de sus órganos partidistas, que decidieron realizar, por consejo, la renovación de su dirigencia estatal.
Ignorantes de sus propios estatutos, esta minoría, encabezada por el ex edil de Apizaco, Julio César Hernández, salió a dar patadas de ahogado con falsos argumentos que ni ellos mismos creen.
De buena fuente, sabemos que, todos los inconformes que llegaron a la conferencia, no los quieren ni en sus comités municipales, porque en los pasados comicios hicieron pactos con Morena, PAC, RSP, y hasta con el PRD.
De aquí que, en su desesperación, han caído en mentiras al asegurar que fueron falsificadas firmas de Comités Municipales para avalar el método de elección.
La presidenta del CM del PAN de Apizaco, Limitzen Rubí Martínez salió a taparle la boca a Julio César, desmintiendo que se falsificaron firmas y le exigió que no violente más el proceso interno.
En este caso, Pablo Badillo le dio la última estocada al empresario de ATAH, a quien por su traición a favor de Morena, lo está dejando fuera de todo poder de decisión dentro del PAN, para los próximos tres años y la sucesión gubernamental.
Por todo eso, hizo bien la presidenta panista, Miriam Martínez en salir a aclarar dudas y de paso, evidenciar a todos esos panuchos inquietos que tratan de sacar raja política
Sin obviar que ya hay expedientes abiertos en contra de algunos de ellos, quienes pueden tener los días contados en Acción Nacional.
victortamayo5@hotmail.com
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