La crisis que Lorena no quiere ver
La semana que está por terminar, inició con un mensaje preocupante de la delincuencia organizada.
Una manta con una cabeza de cochino, atribuida al CJNG, apareció colgada en un puente de Tizatlán.
El narco mensaje fue dirigido a la mandataria Lorena Cuéllar, para advertirle sobre los nexos del secretario de Seguridad Ciudadana.
"Gobernadora deje de proteger a su marrano Celaya que está puesto con los marranos de Sinaloa... seguirá la limpia C.J.N.G.", se lee en el ilegible texto.
La respuesta del titular de la SSC fue inverosímil, pues dijo que se trató de un acto de desacreditación.
Otra vez, el gobierno del estado salió con el cuento chino de que no hay delincuencia organizada en Tlaxcala.
Es como querer tapar el sol con un dedo, negando la realidad en materia de la creciente inseguridad pública que vivimos.
No fue el único foco rojo que se prendió en el gobierno estatal: La próxima semana se reavivará la crisis del sindicato 7 de Mayo.
Por tercera vez, los burócratas de los poderes públicos y organismos descentralizados, realizarán su asamblea electiva.
Los sindicalizados ya están cansados de la intromisión gubernamental y de querer imponerles una dirigente a modo.
Y como la gobernadora Lorena Cuéllar se niega a dar el permiso a los trabajadores para ausentarse, realizarán su congreso en horas fuera de su horario de trabajo.
También, la próxima semana está prevista una mega manifestación de aproximadamente 4 mil maestros, alumnos y padres de familia de 18 escuelas preparatorias.
La protesta contra la gobernadora se debe a que no cumplió la promesa de campaña de apoyar al nuevo subsistema de preparatorias, en cuestión de claves, pago a docentes e infraestructura.
Quien está al frente de la convocatoria es nada más y nada menos que Manuel Campos, el célebre ex dirigente del MBM, quien a un paso estuvo de tumbar a José Antonio Álvarez Lima de la gubernatura.
Lo grave es que todos los días se está conformado un coctel muy peligroso para la gobernabilidad del estado, que la mandataria Lorena Cuéllar no quiere ver.
Y lo peor es que de mantenerse esos focos rojos, sin lugar a dudas van a incidir en el proceso electoral federal y estatal que está en puerta.
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