Se vale soñar
Bien dicen que de las tragedias también surgen oportunidades, para quienes no pierden el tiempo en lamentaciones.
Es el caso de Adriana Dávila Fernández, dos veces ex candidata a la gubernatura, ex senadora y ex diputada federal.
Después de la debacle del frente opositor, en la elección de 2 de junio, cuando todos piden analizar qué pasó, la apizaquense está viendo para adelante.
Y ante la eminente renovación de la dirigencia nacional del PAN, Adriana Dávila ya alzó la mano para sustituir a Marko Cortés.
Se vale soñar dirían sus críticos, pero lo cierto es que en el escenario político nacional, la tlaxcalteca figura en la lista de los que tienen posibilidades.
En ella también se menciona al diputado federal Jorge Romero Herrera, a los senadores David Zepeda y Kenia López Rabadán.
No es la primera vez que la ex senadora busca dirigir al PAN, ya lo intentó la vez pasada sin éxito, pero no ceja en su intento.
No es una tarea fácil, pues atrás del panismo nacional convergen fuertes intereses ideológicos de la derecha mexicana, que la tlaxcalteca no representa.
Adriana Dávila empezó a figurar en el PAN cuando se sumó al equipo de Felipe Calderón, en la interna presidencial panista de 2006.
Todo el aparato federal, así como los gobiernos azules de los estados, a excepción del de Jalisco, estaban con Santiago Creel, el candidato del presidente Vicente Fox.
Pero Felipe Calderón ganó no solo la interna, sino que derrotó a Andrés Manuel López Obrador, en las presidenciales de ese año.
Significó el encubrimiento de Adriana Dávila, quien además de legisladora, se convirtió prácticamente en coordinadora de delegaciones federales en Tlaxcala.
Después vinieron las dos derrotas electorales por la gubernatura de Tlaxcala, las cuales le dejaron amargas experiencias.
Pero lo que sí hay que reconocerle, es que tuvo un destacado papel como diputada federal y senadora de la República.
En el proceso electoral pasado, Adriana Dávila fue tentada con la cadidatura a la alcaldía de Apizaco, pero la rechazó.
Y se ve que tiene miras altas, de dirigir un partido político nacional, lo cual solo ha logrado una tlaxcalteca, Beatriz Paredes Rangel.
En algún momento de su trayectoria política, el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya quiso dirigir el CEN de PRD, pero ni siquiera lo tomaron en serio en el perredismo.
Ya veremos de que está hecha la panista apizaquense.
victortamayo5@hotmail.com
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