Resulta que al rendir su primer informe de labores, el presidente del Poder Judicial de Tlaxcala, Héctor Maldonado Bonilla, lanzó un efusivo discurso.

Palabras más, palabras menos, llamo a los integrantes del Tribunal Superior de Justicia del Estado a desterrar viejas prácticas del pasado.

Sin embargo, más tardó el magistrado presidente en dar su mensaje -que estuvo a tono con el del gobernador Marco Mena-, que en ser ignorado por los destinatarios.

Resulta que horas después la Juez Angélica Aragón Sánchez, decidió liberar por sus pantalones al chofer implicado en la muerte de seis personas en Acuitlapilco.

A la titular del  Juzgado Segundo de Control y de Juicio Oral del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer, no le bastaron las evidencias de la tragedia.

Ni el reclamo de castigo  hecho no sólo de familiares, sino de pobladores que estuvieron a punto de hacer justicia por su propia mano.

El caso es que la jueza negó la prisión preventiva contra el imputado por delito de homicidio culposo. Todo sin importar que la imprudencia del  chofer provocó la muerte de seis personas.

Con razón ya nadie cree en la justicia mexicana, por la existencia de jueces que privilegian más a los responsables que a las víctimas.

Sin embargo, todo parece indicar que el asunto no va a quedar ahí, pues hay fuertes reclamos por la actuación de la jueza.

Y no sólo estamos hablando de familiares de las víctimas, sino de los pobladores y autoridades como el alcalde de Quilehtla.

Así como de la Secretaría de Gobierno de Tlaxcala que realizará un extrañamiento ante el Consejo de la Judicatura.

En tanto, la PGJE utilizará  todos los medios legales y jurídicos a su disposición para fincar responsabilidades y obtener la reparación del daño.

Por lo que se espera que también el magistrado presidente del TSJE,  actué en congruencia con su discurso y destierre a sus malos elementos.

De otra forma será el cuento de nunca acabar, con jueces que hacen de las suyas escudándose en el Nuevo Sistema de Justicia Penal, para liberar a diestra y siniestra.

RÁFAGAS...