Entre muchos ataques y pocas propuestas se vivió el primer debate presidencial entre Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez.

Este ejercicio, que tuvo una duración de dos horas, solo sirvió para intercambiar argumentos, críticas y una que otra propuesta en materia de salud, educación, corrupción y violencia contra las mujeres.

Quizá lo más destacado fue que, pese a los pronósticos y recomendaciones de los asesores, la candidata del oficialismo sí contestó la mayoría de los embates de la candidata de la oposición, quien se dedicó a exponer los desatinos de Morena y López Obrador como gobierno.

Xóchitl se le fue a la yugular y recordó la indolencia de Claudia por el caso Rébsamen, por los niños con cáncer que se quedaron sin medicamento y por su pésima gestión como jefa de gobierno de la CDMX durante la pandemia de Covid-19.

Claudia, por su parte, se defendió acusando a Xóchitl de ser la candidata del PRIAN, también le recordó que lo que ella representa es el regreso de la corrupción y los privilegios de la clase política y hasta la tachó incluso de mentirosa al evidenciar que no donó su departamento al Colegio Salesiano, como lo había prometido, sino que lo vendió y por millones de pesos a la sobrina de Felipe Calderón.

El candidato de MC, Álvarez Máynez quedó en medio del fuego cruzado de ambas candidatas y como si fuera una estrategia sincronizada, cada que participaba lo hacía para criticar y responder los embates de Xóchitl en contra de Claudia, a quien tocó muy poco salvo para decir que Morena es parte de la vieja política que la gente ya no quiere.

Aunque, la nota quizá la dieron las fallas en el reloj contador, la baja producción y los problemas técnicos del personal del INE que organizó este primer debate rumbo a la Presidencia de la República.

Este debate poco cambiará las encuestas que se han venido publicando por diferentes medios de comunicación, pues no hubo algún tema que fuera un detonante o bomba importante que pudiera mover las preferencias en este segundo mes de campaña.

Ráfagas

Tlaxcala ya se destaca a nivel nacional por la manera en que hace frente a la alerta epidemiológica por el Síndrome Guillain-Barré.

Primero con los cercos sanitarios, luego con la capacitación en hospitales y clínicas, y luego con el equipamiento y el abasto de medicamentos para pacientes hospitalizados.

Las cifras demuestran que la problemática de salud se ha contenido, que la mayoría de los pacientes se recupera, y los que están en observación, ya salieron de peligro.

Además de lo anterior, el Sector Salud, a cargo de Rigoberto Zamudio, está incidiendo en un tema que, por años, no se había tocado, que es la regularización sanitaria de los vendedores de pollo.

Ahora hay un acercamiento con el gremio para buscar que garanticen la sanidad de su producto, lo que a todos conviene.

Esperemos que, con esa sensibilidad, se puedan atender otros temas pendientes de la agenda gubernamental.