Aunque se diga lo contrario, los resultados de la jornada electoral del pasado domingo no fueron alentadores para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ganó lo mínimo en los seis estados en donde hubo elecciones en Puebla, Baja California, Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y Aguascalientes; la aplanadora tricolor sigue siendo aniquilada por MORENA y el PAN.

Los pobres resultados electorales del PRI tienen en alerta máxima a la dirigencia nacional, y es que este instituto político estuvo a punto de perder su registro en Baja California, lo que mediáticamente hubiera sido catastrófico.

La presidenta nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu reconoció que el PRI vive una severa crisis de resultados electorales, falta de credibilidad y de formación de cuadros políticos, por eso es urgente que esta organización presente de inmediato los resultados de la autoevaluación que realizan para frenar las adversidades en todos los sentidos.

La lideresa nacional aseguró que el PRI no desaparecerá, pero los pobres resultados indican lo contrario, corren el riesgo de quedar únicamente en la historia política del país, de principio como un instituto fuerte que se mantuvo en el poder absoluto por más de 70 años y en la actualidad como un partido humillado.

Los ideólogos, gobernadores, dirigentes y representantes de los sectores priístas están obligados a revisar y reconocer sus errores, de admitir sus debilidades y amenazas, no es una tarea fácil, pero no imposible de efectuar. 

Nos enteramos que la presidenta nacional convocará en breve a la plana mayor del PRI nacional para analizar, discutir y definir acciones inmediatas sobre el futuro de su instituto; la ventaja de todo esto es que los priístas se alinean y se mantienen unidos cuando viven momentos críticos, ojala que esta vez no sea la excepción porque varios connotados priistas están molestos con el pobre rendimiento y con la falta de visión política para frenar la ola de MORENA que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que si bien tampoco logró mantener el carro completo de las pasadas elecciones federales de 2018, es claro que el efecto AMLO aún sigue vigente hasta que los partidos de oposición lo permitan, para ello, deben de cambiar o reestructurar sus estrategias políticas, en caso contrario, MORENA seguirá con los triunfos electorales en la mano.

Los dirigentes de los partidos políticos opositores a MORENA más que preocuparse de lo que sucede deben ocuparse para corregir sus fallas. Que tal.

BOMBAZOS…

Apareció el abstencionismo en la jornada electoral del domingo pasado en seis estados del país; por ejemplo sólo tres de cada 10 poblanos inscritos en el padrón electoral acudió a las urnas, en el resto de las entidades fue similar, es decir la participación ciudadana fue del 30 por ciento. Como la ve.

ARTILLERÍA…

Con el triunfo de MORENA en Puebla, los morenistas de Tlaxcala comenzaron a alborotarse, entre ellos, los seguidores de Lorena Cuéllar y Joel Molina; tranquilos morenos todo a su tiempo.