La mano que mece la cuna
Desde 1973, Beatriz Paredes
Rangel es la mujer tlaxcalteca con el mayor poder de decisión en varios
episodios de la historia política de Tlaxcala, por siempre una priísta leal que
no deja de ser factor en momentos cruciales para el estado y su partido.
Desde su formación como integrante de la entonces Vanguardia Juvenil Agrarista y del Frente Juvenil Revolucionario de la Confederación Nacional Campesina (CNC), la oriunda de Tizatlán aprovechó todas las oportunidades, entre ellas, la del entonces gobernador Emilio Sánchez Piedras, quien formó a la diputada más joven de la XLVIII legislatura del Congreso del estado y además presidenta de la Gran Comisión.
A partir de ese momento y
en reciprocidad a la confianza, Paredes Rangel también decidió formar e
impulsar a un grupo de políticos jóvenes que a la fecha le reconoce su temple,
pasión y entrega al difícil arte de hacer política, aunque muchos de ellos en
este momento formen parte de otros partidos y proyectos políticos.
Beatriz es la mano que mece la cuna en Tlaxcala porque de acuerdo al significado de esta frase es la persona que mantiene un gran poder de influencia en la vida de alguien, y así es desde siempre.
Digan lo que digan pero el
poder de la senadora rebasa fronteras, si bien perdió la candidatura a la
presidencia del país ante Xóchitl Gálvez, no es motivo para que deseche sus
planes y tampoco dejar de cobrar facturas políticas pendientes.
Al menos, Alfonso Sánchez
Anaya, Mariano González Zarur, Álvaro Salazar Lozano (+), Javier García, José
Antonio Álvarez Lima, Ernesto Ordóñez Carrera, Florentino Domínguez (+), Joel
Molina (+), Serafín Romero Ixtlapale (+), Tomás Munive Osorno, Eliseo Vázquez
Valdez, Tito Cervantes Zepeda, Pascual Grande Sánchez, Lucía Carrasco Xochipa,
Anabell Ávalos Zempoalteca, Héctor Israel Ortiz Ortiz, Lorena Cuéllar Cisneros,
Enrique Padilla, Ernesto García Sarmiento, Marco Antonio Mena, Samuel Quiroz de
la Vega, y muchos políticos más reconocen la sagacidad, intelecto, firmeza,
diplomacia e inteligencia de Beatriz Paredes, aunque algunos todavía le quedan
a deber a la política que mantiene un gran peso en la toma de decisiones y en
los momentos más ríspidos, críticos y urgentes para Tlaxcala.
Para muestra un botón, las
listas de los candidatos tlaxcaltecas del PRI que contenderán en las elecciones
del 2 de junio fueron antes revisadas y avaladas por la exgobernadora, en donde
por cierto, su sobrino Enrique Padilla, aparece en el número uno de la lista de
“pluris” sin importar que fue funcionario de gobiernos panistas y morenistas, a
quienes les prometió lealtad y sumisión.
Aunque usted no lo crea, pero Beatriz Paredes será factor para el futuro político de Tlaxcala, nos dicen que ante las malas cuentas de la actual gobernadora, Morena corre el riesgo de perder espacios en el Congreso local y municipios, lo que significa que la gubernatura podría regresar a manos de la oposición en el 2027 ¿será? el tiempo es el que acomoda a todos en su lugar.
A todo esto ¿alguien ha
visto a la senadora Beatriz Paredes Rangel en la campaña de Xóchitl Gálvez?
Bombazos…
Nos enteramos que a la
precandidata del PAN a la presidencia municipal de la capital de Tlaxcala, le
duele el “codo” porque ni un vaso con agua y menos un refresco invita a su
equipo que la acompaña en sus visitas y recorridos por calles, colonias y
comunidades de la demarcación, ojalá la soberbia y el egoísmo no la invadan
porque el apoyo de mucha gente será necesario para su proyecto si quiere ganar
la elección del 2 de junio. Cómo ve.
Artillería pesada…
La comunidad de Tizatlán de la capital de Tlaxcala se considera “punto rojo” por la inseguridad que se vive en esa zona, vecinos comienzan a organizarse para exigir al gobierno estatal y capitalino mayor presencia de la policía, de lo contrario amenazan con tomar la justicia por su propia mano en caso de algún delito. ¡Alerta en Tizatlán!
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