Autoridades de seguridad pública reconocen que el número de extorsiones vía telefónica van en aumento, pero no sólo eso, admiten que es difícil detectar a los grupos que operan desde varios puntos del país.

Ante el próximo pago de aguinaldos y otras prestaciones de fin de año, los elementos de seguridad y protección a los ciudadanos alertan sobre el incremento de este tipo de extorsiones.

Estadísticas revelan que de 10 llamadas de extorsión al menos 5 se concretan mediante intimidaciones, amenazas y engaños, el resto no son atendidas o interrumpidas por las personas que ya saben que hacer o que simplemente ya fueron engañadas.

Lo peor del caso es que los delincuentes utilizan datos personales para timar a sus víctimas, incluso han diseñado nuevas técnicas de intimidación  para cumplir su objetivo: obtener dinero fácil.

Las autoridades de los tres niveles de gobierno tienen el reto de frenar este delito o por lo menos deben de diseñar nuevas estrategias para impedir que las personas realicen depósitos a cambio de la libertad de algún familiar o para pagar una supuesta protección a comercios y viviendas.

Los sujetos dedicados a la extorsión se burlan de las autoridades, han resultado ser más astutos porque una gran mayoría de denuncias presentadas ante las Fiscalías correspondientes no son atendidas y mucho menos que tengan un seguimiento.

Las presas más vulnerables a las extorsiones son las personas de la tercera edad, por lo tanto, las familias tienen la responsabilidad de orientarlas sobre qué hacer para no caer en crisis o desesperación.

Muchas veces las llamadas de extorsión son ignoradas o minimizadas por la policía, por lo que deben de analizar con seriedad que este delito crece y que no tarda en convertirse en uno de los que deje más ganancias a los delincuentes por abajo de los asaltos con violencia o el robo de auto, el reto para las autoridades no es sencillo, pero tampoco imposible para dejar que las llamadas de extorsión salgan de control o se tomen a la ligera. Que tal. 

BOMBAZOS…

Abuso en las iglesia católica; nos enteramos que algunos feligreses de la capital del estado se inconforman por las elevadas tarifas para la celebración de una misa, resulta que el pago para una misa de acción de gracias es de 500 pesos, una de primera comunión o presentación de tres años mil pesos, mientras que una homilía de XV años o boda es de mil 500 pesos, si sumamos el costo de 10 misas entre sábado y domingo, en promedio, la recaudación puede ser superior a los 12 mil pesos, sin agregar los compromisos de entre semana, aquí la explicación al por qué los católicos emigran a otras religiones aunque la indicación del Papa Francisco sea la contraria, el no aprovecharse de los fieles.

Hasta la próxima entrega de Frentes de Guerra.