Las cajas de cristal
En algunas dependencias del gobierno de Tlaxcala ya viven el
famoso fenómeno de “subirse al ladrillo”, es decir, de sentirse superiores,
protegidos, intocables y únicos.
Escribir y decir la verdad es lo correcto, Funcionarios
estatales que padecen de este mal político se encierran en su caja de cristal
para no ser tocados o criticados, sólo para atraer reflectores y aplausos por
su labor aunque nula o pobre, sin saber que es una responsabilidad y obligación
rendir cuentas desde que aceptan alquilarse para la burocracia.
La denuncia ciudadana es un elemento que no es tomado en
cuenta en la actual administración estatal, y es que personas que buscan
acercarse a los secretarios para exponer sus problemas lamentan la pésima
estrategia que utilizan las o los secretarios particulares para evitar que sus
“jefes” o “jefas” sean molestados con asuntos de poca importancia.
A través de quejas ciudadanas los afectados acusan que el mismo personal de las
dependencias es quien mantiene en cajas de cristal a los servidores públicos, pues
argumentan que la agenda de su jefe está saturada o el clásico “tiene una
reunión de suma importancia”.
Para no dejar pasar el protocolo de atención las personas son
enviadas a oficinas en donde por la falta de poder para resolver un asunto
simplemente les dicen no hay manera o esperar hasta que el secretario autorice
la solución.
Ante este fenómeno, es tarea de la gobernadora Lorena Cuéllar
Cisneros revisar lo sucede al interior de las dependencias de su gobierno,
porque muchas de las denuncias del pueblo van en el sentido de que no se
sienten protegidas o alentadas por los secretarios, aunque se diga que es un
nuevo gobierno plural y de puertas abiertas.
Los relatos de las personas que vivieron una mala experiencia
al no ser escuchados y atendidos por los titulares señalan a la Segob, PGJE,
OPD-Salud de Tlaxcala, USET, incluso a uno que otro diputado local.
Esto no significa que en todas las dependencias suceda el
mismo fenómeno de “subirse al ladrillo”, porque hay servidores públicos con talento,
responsables abiertos y dispuestos a escuchar a la gente, pero el tiempo
acomoda a todos en su lugar, principalmente en los momentos electorales.
Una reflexión para los políticos que buscan convertirse en
senadores, alcaldes, diputados federales y locales.
Bombazos…
Sabemos que la verdad incómoda,
pero la verdad es que el alcalde de Tlaxcala Jorge Corichi debe salir a las
calles, colonias, mercados, espacios públicos y escuelas, como si anduviera en
campaña, para que en vista y carne propia conozca de las deficiencias que
existen en la capital; evidente es el exceso de basura, carreteras
deterioradas, inseguridad, falta alumbrado público, todo es para mejorar el
bienestar de las familias de Tlaxcala capital, no todo es el zócalo. Como la
ve.
Artillería pesada…
Nos enteramos que en
diciembre próximo las puertas de la parroquia de San José de la ciudad de
Tlaxcala serán abiertas a los feligreses, sin embargo, los párrocos carecen de
recursos económicos para realizar trabajos internos de estética y seguridad, en
virtud de que el presupuesto del gobierno federal sólo fue para reparar los
daños externos del inmueble católico provocados por el temblor del 2017; para conseguir
el dinero faltante nos enteramos que la diócesis autorizará una campaña de
donaciones y rifas, ojala logren el objetivo.
Hasta la próxima
entrega de Frentes de Guerra.
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