Hartazgo social
Ya no quedan dudas que varias comunidades de Tlaxcala, están hartas de la inseguridad pública y los magros resultados de la autoridad para combatirla.
Ayer se registró un intento más de linchamiento en la Magdalena Tlaltelulco, contra una pareja acusada de cometer robos.
Y la barbarie se pudo evitar gracias a la intervención de la policía estatal, quien aplicó el protocolo de rescate de manera oportuna.
Pero eso, en lugar de tranquilizar a los pobladores, los irritó más, pues dicen que la policía actúa de manera rápida para rescatar delincuentes, no cuando se les pide auxilio.
El caso, es que en lo que va de abril, ya se cometió un linchamiento en Nativitas y se han registrado cuatro intentos más en Papalotla, San Pablo del Monte y Tlaltelulco.
En esos lugares y otros, la gente está cansada de la falta de autoridad para combatir a la delincuencia y busca hacer justicia por su propia mano.
Lo que significa, que estamos regresando a los viejos tiempos, donde la población se organizaba para proteger con violencia su patrimonio y a sus familias.
Al repique de campanas de las iglesias, se clocaban piedras en las entradas y salidas de pueblos, para detener a los presuntos delincuentes.
Y después, el castigo era ejemplar contra los supuestos perpetradores de delitos, a quienes golpeaban hasta, en ocasiones, privarlos de la vida.
Aunque ese tipo de acciones para combatir a la delincuencia tuvo vergonzosos resultados, pues la turba muchas veces agredió inocentes.
Como sucedió en 1968 en San Miguel Canoa, limítrofe con San Pablo del Monte, cuando varios estudiantes de la BUAP fueron linchados por el fanatismo religioso.
Hace muchos años, una pareja que vendía enciclopedias en Nativitas, fue agredida de manera injusta porque alguien la señaló de roba chicos.
Esos son los riesgos que se corren cuando se intenta hacer justicia por propia mano, que paguen justos por pecadores.
Basta con que se señale a alguien sin pruebas, para que una turba enardecida lo agreda hasta causarle graves lesiones o la muerte.
Ese tipo de situaciones no se deben dar en Tlaxcala, menos en estos momentos, donde el gobierno presume una inversión histórica en seguridad pública.
Algo no cuadra en ese discurso, pues parece que la política de instalar costosos equipos de video vigilancia, no ha rendido resultados.
Tlaxcala ya no es el estado más seguro del país, como cacarean las autoridades estatales, de lo contrario no habría tal hartazgo social.
Por lo demás, ojalá se pudiera explicar por qué la policía estatal es tan efectiva para rescatar a delincuentes de linchamientos y no cuando se le pide auxilio, donde brilla por su ausencia.
RÁFAGAS...
Una buena para Emanuel Montiel Flores, el único tlaxcalteca que participa en la elección por una magistratura nacional al Tribunal de Disciplina Judicial.
Resulta que la semana pasada, la Corte resolvió a favor de una impugnación en la elección del Poder Judicial en contra del INE.
El máximo tribunal le otorgó la razón a los promoventes del recurso en contra de la medida que impedía a funcionarios de los tres poderes de la unión difundir la elección.
Llama la atención que uno de los candidatos y litigante que impulsó estos recursos sea de Tlaxcala, Emanuel Montiel Flores.
Habrá que estar atentos para ver de qué más es capaz este abogado tlaxcalteca que busca debutar en esta inédita elección para renovar el Poder Judicial.
victortamayo5@hotmail.com
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