(Ana Rojano) A casi dos años del fallecimiento de Erika, oficial de la policía municipal de Apetatitlán que perdió la vida al enfrentar a sujetos armados en cumplimiento de su deber, el exalcalde Ángelo Gutiérrez Hernández refrendó públicamente su compromiso con la memoria de la agente y con la protección de los derechos de sus tres hijos menores.

“Erika no murió, la mató el deber. Cayó defendiendo a su comunidad. Su acto fue heroico y evidencia su vocación genuina por el servicio público”, expresó Gutiérrez Hernández, quien encabezaba el gobierno municipal durante el lamentable suceso.

De igual forma, afirmó que, en su momento, la administración que encabezaba brindó atención inmediata a la familia de Erika, incluyendo apoyos económicos, víveres y acompañamiento institucional.

Añadió que el respaldo no terminó con su gestión, pues “más allá del cargo, los compromisos humanos permanecen”.

Al referirse a la exigencia social del pago de la indemnización, seguro de vida y gastos funerarios, explicó que estos procesos legales están en manos del Tribunal de Justicia Administrativa.

Detalló que la familia, representada por un despacho jurídico particular, inició el trámite una vez que el Juzgado Familiar otorgó la tutela legal de los menores a la abuela materna, en un contexto donde también existe familia paterna.

Apuntó que durante su gestión como alcalde de Apetatitlán cumplió en tiempo y forma con la entrega de la información requerida por el Tribunal, proceso que continúa según los tiempos legales.

En este sentido, hizo un llamado a las autoridades para actuar con sensibilidad y dar celeridad al caso.

Reiteró su compromiso de acompañar personalmente a los menores hasta que alcancen la mayoría de edad. “Los seguiré respaldando. Hay promesas que no se rompen”, subrayó.

Finalmente, pidió no olvidar el sacrificio de la oficial: “Erika dio su vida por protegernos. Ahora, nos corresponde a todos proteger su memoria y garantizar el futuro de sus hijos”.