(Alexis P. González) Una intensa tormenta registrada la noche de ayer provocó el desborde de la presa Canta Ranas en el municipio de Benito Juárez, dejando a varias viviendas aledañas bajo el agua y a sus habitantes en una situación vulnerable, sin la presencia de la Coordinación Estatal de Protección Civil ni el apoyo del Ejército Mexicano, esperando que arriben durante los próximos minutos.

El gobierno municipal de Benito Juárez informó que el nivel crítico de la presa obligó a la intervención de elementos de Protección Civil local, Policía Municipal y Servicios Municipales, quienes trabajan en el desfogue para mitigar mayores afectaciones.

El presidente municipal, Rubén Becerra Cerón, aseguró que se está brindando apoyo directo a las familias cuyas casas sufrieron los mayores daños.

A pesar de la magnitud de la emergencia y el llamado del ayuntamiento a la población para mantenerse informada, la ayuda de instancias estatales y federales aún no se ha materializado en el lugar de los hechos. Esta ausencia genera incertidumbre y preocupación entre los damnificados.

"Lamentablemente, los fenómenos naturales son impredecibles y, aunque se han activado los protocolos de atención, sabemos que en una situación como esta se deben redoblar esfuerzos", señaló el comunicado municipal, en un contexto donde la coordinación con niveles superiores de gobierno parece ser un reto.

Al momento se estima que unas cien familias han sido afectadas en su patrimonio y las labores de ayuda continúan durante esta mañana.

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