Narcisistas en el poder

Narcisistas en el poder

Personajes en cargos de influencia y poder con ciertas características tienen la peor imagen ante la opinión pública, solo que muchas veces esas personas no lo saben y tampoco nadie se los dice.

El narcisismo es un desorden de la personalidad que consiste en un exagerado amor y admiración por sí mismo, es considerado un trastorno psicológico, ya que puede llegar a afectar severamente la vida de las personas.

Identificar a una persona narcisista con poder de mando es importante para saber cómo lidiar con ese tipo de gente, son personas complicadas para tratar y sobre todo para las personas que dependen de alguien ególatra como lo es un individuo narcisista que solo piensa en sí mismo, cada movimiento que da es premeditado con el único propósito de beneficiarse a sí mismo y de ser posible perjudicar a los demás.

Muchas veces fingen ser alguien que no son para acercarse a los demás, apelan a un lado empático para conectar y ganarse la confianza y una vez que la tienen, dejan salir su verdadera personalidad, su habilidad es la manipulación,  confunden, mienten, tergiversan la realidad, logrando que quienes los rodean pierdan  la cordura, sin embargo eso no importa para la persona narcisista ya que es justo lo que pretende, con ello retroalimenta su ego y ejerce  poder con quienes dependen de un narcisista, creen ser superiores a las demás personas, asumen que tienen dotes o cualidades que los convierten en “alguien” especial, por ello su preocupación constante y obsesiva por demostrar que son mejores que cualquier persona, les gusta poner en duda las cualidades de otras personas, no pierden oportunidad de exhibir, ofender, menospreciar, criticar, hablan mal de casi toda la gente, creen tener la razón de todo y defienden su punto de vista con quien no les debatirá, ya que deberá ser alguien de menor jerarquía a quien harán sentir que no le puede llevar la contraria, subestiman los talentos ajenos, haciendo alusión a sus cualidades que dice tener y de las que presume constantemente.

No es difícil reconocer a una persona narcisista, no son empáticos, son personas que en la primera impresión “no caen bien”, provocan cierto rechazo, les cuesta trabajo entender los sentimientos, emociones o necesidades ajenas, por esa razón, pueden resultar desconsiderados o emocionalmente distantes, muestran con cierta frecuencia actitudes arrogantes o prepotentes hacia quienes están cerca. 

Otra característica muy común es que no les gusta recibir órdenes, especialmente de otras personas a las que consideran inferiores, por este motivo, también son incansables y competitivos en el trabajo, pues necesitan tener el control de todo lo que puedan. De allí que los narcisistas sean buenos para liderar,  una persona así evita mostrarse vulnerable o ser descubierta en sentimientos como la tristeza o la ansiedad ya que considera que la vulnerabilidad es de débiles, y no está dispuesto a demostrar semejante síntoma de inferioridad; no va acorde con la imagen de sí mismo que se ha formado y pretende proyectar, por lo que también detestan que los critiquen o que les lleven la contraria, por eso experimentan sentimientos muy intensos, como ira, rabia o ansiedad cuando oyen comentarios que no son de su agrado, suelen tener una imagen personal muy cuidada,  ponen mucha atención a su vestimenta, invierten mucho en su apariencia, la excesiva admiración que sienten por sí mismos se traduce en un aspecto notable.