Una decisión sensata y responsable

Una decisión sensata y responsable
 
El gobierno estatal ha decidido aumentar el número de pruebas de detección de Covid-19 en Tlaxcala, con el propósito de salir a campo a identificar casos positivos para atenderlos.
Esta es una estrategia importante, porque aplicar más pruebas implica aumentar las probabilidades de encontrar casos positivos, y con ello incrementar las cifras oficiales.
Por esa razón, Tlaxcala se ubica por encima de la media nacional, y supera ya a 20 estados del país en el número de pruebas realizadas por cada mil habitantes, con un índice de 1.14.
Hasta este momento, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud en el estado (Sesa), se han aplicado más de mil 640 pruebas para la detección de Covid-19, de las cuales el 26 por ciento han resultado positivas.
De haber aguardado a que la detección de la enfermedad se hiciera solo entre pacientes con síntomas que acuden a instituciones de salud, la cifra de casos tal vez seguiría baja, pero no el riesgo latente de que portadores del virus siguieran siendo fuente de contagio en sus localidades.
Con iniciativa, el gobierno estatal ubica a personas contagiadas para mantenerlas en vigilancia epidemiológica, e indagar sobre sus probables contactos, a fin de darles seguimiento, lo que aumenta las posibilidades de detección de más enfermos.
Por eso hay que tomar con reserva la lectura sobre el aumento de casos confirmados en Tlaxcala, y reconocer que, de no haber tomado la decisión de ir en busca de más casos de contagio entre la población, aumentaba el peligro de la propagación del virus entre la gente.
Eso no quiere decir que Tlaxcala esté teniendo un contagio cada vez mayor. Lo que sí sucede es que está teniendo condiciones para identificar mejor los casos, mediante el entorno de las personas que salen positivas de las pruebas.
Esto significa, en los hechos, tiros de precisión, porque no se aplican pruebas amplias a toda la población, sino a la que, por los antecedentes de contacto con un enfermo es potencialmente un caso de contagio.
En un escenario en el que es vital el aprovechamiento de materiales, infraestructura y recursos humanos y financieros, la decisión del gobierno estatal es sensata y responsable.