Por ello el discurso de Vicente Fox, fue contundente; "México Ya, el cambio que a ti te conviene", y prometió sacar de “Los Pinos”, a las tepocatas, alimañas y víboras prietas.

Su discurso fue contundente con acabar con la corrupción, que se había enquistado durante las eras priistas, el final todos lo conocemos, no solo hizo maridaje con ese partido, ningún político o pez gordo, piso la cárcel.

Al contrario, eso que crítico, y contra lo que iba a luchar, lo hizo su propia víctima, y tuvimos que enterarnos que este bocón presidente, compraba toallas a un precio de 402 dólares la pieza, el escandalo se conoció como el “toalla gate”.

Otro escándalo fue; “oceanografía”, donde su pareja sentimental Martha Sahagún y sus vástagos, hicieron negocio al amparo del poder, por miles de millones de pesos con esa empresa y Pemex, el tráfico de influencias en todo su esplendor.

La “Estafa Maestra”, empezó a operarse durante el gobierno de Felipe Calderón, esa forma siniestra de utilizar a las universidades para triangular el cash, y desviarlos de sus fines, esto continuo con Peña Nieto.

La “Estela de Luz”, durante el sexenio Calderonista, donde hubo un quebranto millonario, marcaron su gestión, además de la declaratoria de guerra contra el narcotráfico, que hasta la fecha sigue siendo un lastre.  

La “Casa Blanca” con Peña Nieto, fue otro tema de corrupción, que marcaron la agenda y que a la postre, así como el discurso del nuevo PRI, con jóvenes, que, según él, eran el nuevo rostro de ese partido, y que a la fecha varios de ellos están en la cárcel, los Duarte de Veracruz y de Chihuahua, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández de Tamaulipas; Rodrigo Medina de Nuevo León; Jorge Borges de Quintana Roo, y así una larga lista, llevarían a su sexenio y a su partido a la derrota.

Por ello, cuando el libro el “Rey del Cash”, muchos pensaban que iba a ser un misil, que pondría a la 4t contra las cuerdas, este resulto, solo un balde de agua fría, que vino a polarizar más el ambiente político.

Y como es costumbre de ya saben quién, lo ha ido neutralizando con el discurso de que es un libro testimonial de una sola persona, que solo está escrito por lo que escucho, o por oídas de terceras personas.  

Y no pasa nada. Si bien una investigación de esta naturaleza, necesita estar bien documentada, con pruebas que hagan verosímil lo dicho.

Para derrocar a López Obrador, se necesita más que eso. Sus adversarios no han entendido que no van a poder con un Presidente, que constantemente se anda placeando con el pueblo, que lo mismo presume comer frijol negro con hierba santa, o mojarra tenguanyaca o mole de panza, en cualquier cocina o fonda económica.

Que se mueve, en las sierras y pueblos, donde ningún otro presidente se ha atrevido hacerlo. A final el pueblo, lo siente cercano, y le perdona todo. Aunque una elite política y empresarial, digan todo lo contrario.