Genoveva Huerta y Eduardo Rivera: La frágil tregua

Genoveva Huerta y Eduardo Rivera: La frágil tregua


Mucho se habla –y con razón- del ambiente polarizado, conflictivo y hasta violento que, en ocasiones predomina en el partido dominante en México y Puebla: Morena. 

Pero en el PAN tampoco son ángeles, ahí también se disputan el poder con todo y, aunque quizás sean más fifís o modositos, lo cierto es que en su interior el más chimuelo masca tuercas a la hora de pelear por los espacios y candidaturas del partido. 

Para los comicios concurrentes del pasado 6 de junio, los grupos de Genoveva Huerta y Eduardo Rivera alcanzaron –y respetaron- una tregua, fueron juntos y ambos se beneficiaron, porque la presidenta del partido obtuvo la diputación federal plurinominal y resultados aceptables en las urnas, mientras que él ganó la alcaldía de Puebla y se convirtió en el más visible precandidato del PAN al gobierno estatal para 2024: https://desdepuebla.com/2021/05/03/genoveva-huerta-y-eduardo-rivera-los-mas-extranos-companeros-de-viaje-y-la-sombra-del-2018/

No obstante, la frágil tregua entre ambas corrientes del blanquiazul podría romperse en octubre o noviembre, cuando el Comité Ejecutivo Nacional emita la convocatoria para elegir al próximo dirigente estatal del partido, ya que todo apunta a que Genoveva Huerta buscará reelegirse y que Eduardo Rivera apoyará a su compañero Marcos Castro: https://desdepuebla.com/2021/01/21/sin-acuerdos-entre-eduardo-rivera-perez-y-genoveva-huerta-concluyo-la-nueva-reunion-para-destrabar-la-candidatura-del-pan-en-puebla-capital/

GABINETE DE EDUARDO RIVERA: PRIMERA PRUEBA PARA LA TREGUA 

La conformación del gabinete de Eduardo Rivera será la primera muestra para saber si se rompe o se mantiene el armisticio entre los grupos del blanquiazul. El presidente municipal electo –con Marko Cortés como testigo garante- habría acordado ceder cerca del 30 por ciento de posiciones a la gente de Genoveva Huerta. 

Si no cumple, es claro que los acuerdos se romperían de inmediato y a estas alturas todo el mundo sabe que Marko Cortés no es garantía de nada ni nadie, porque el dirigente nacional del partido anda demasiado ocupado tratando de sumar apoyos para reelegirse y, por lo mismo, es poco probable que se confronte con el alcalde electo en favor de Genoveva:  https://desdepuebla.com/2021/07/05/eduardo-rivera-participa-en-reunion-de-presidentes-municipales-electos-panistas/

Incluso, cuando en el CEN del PAN comenzó a analizarse la posibilidad de aceptar el matrimonio igualitario, grupos yunquistas encabezados por Héctor Larios y Cecilia Romero dieron un golpe en la mesa y Marko no solamente reculó, sino que hasta les pidió perdón, se dio golpes en el pecho y con la consigna de “Viva Cristo Rey” se plegó a la posición ultraconservadora de que el homosexualismo debe ser condenado, estigmatizado y apedreado…si se puede: https://desdepuebla.com/2021/06/13/marko-cortes-alito-moreno-y-los-chuchos-del-prdse-las-volvieron-a-meter-dobladita/

Así que, en definitiva, dependerá de Eduardo Rivera cumplir o no los acuerdos de posiciones en su gabinete para el grupo de Genoveva Huerta. Pero, aunque haga válido el convenio interno alcanzado en marzo, la lucha por la dirección del partido puede hacer brotar los tambores de guerra…otra vez: https://desdepuebla.com/2021/02/02/genoveva-huerta-eduardo-rivera-perez-y-las-cuentas-que-no-salen/

LA AMENAZA DE LA EXPULSIÓN DE LOS RIVERISTAS 

En el grupo de Genoveva Huerta tampoco están mancos y, por el contrario, tienen sus armas. Una de ellas es la expulsión de los allegados a Eduardo Rivera que en la pasada elección concurrente apoyaron o, incluso, fueron candidatos de otros partidos, como Andrés Macip (Teziutlán) o Ricardo Reyes (Izúcar de Matamoros). 

Y tanto Andrés Macip como Ricardo Reyes ya se apuntaron para tratar de regresar al albiazul de cara a la elección interna para la dirigencia estatal. Ambos apoyan a Marcos Castro para que destrone a Genoveva Huerta…pero es muy probable que se queden sin votar y sean expulsados del partido antes de la sucesión: https://desdepuebla.com/2021/02/17/genoveva-huerta-y-eduardo-rivera-el-acuerdo-forzoso-o-quien-doblo-a-quien/

Se comenta que son alrededor de 300 los simpatizantes y/o militantes del PAN que en los comicios del 6 de junio apoyaron a otros partidos. No todos son parte de la corriente interna que respalda a Eduardo Rivera, ya que hay personajes como Inés Saturnino López que amaga con buscar la dirigencia estatal del partido, ¡pese a haber sido candidato del PSI a la alcaldía de Tecamachalco!. 

Pero algunos de los que podrían ser echados del PAN sí son del grupo del próximo presidente municipal de la Angelópolis y su expulsión sería rápida, no solamente por haber respaldado a otros partidos en la pasada elección, sino también para que NO participen en la próxima contienda interna. 

EL DESMADRE QUE AMENAZA LA PRÓXIMA ELECCIÓN INTESTINA DE LOS AZULES 

Todavía falta que el CEN emita la convocatoria que regule el proceso intestino, pero es posible que la sucesión o reelección de Genoveva Huerta se defina en noviembre y no en octubre, como estaría planeado, porque la dirección nacional del albiazul podría juntar ambas contiendas para evitar un doble gasto. 

Además, crece la versión de que la presidencia estatal del albiazul se definirá en una elección abierta, con urnas y toda la cosa, en las que podrán votar los 19 mil militantes del partido de toda la entidad, de los cuales cerca del 25 por ciento (4 mil 500) son de Puebla capital, donde se espera que la gente de Eduardo Rivera lleve delantera. 

También habrá que esperar para ver si el CEN aplica los estatutos que establecen que solamente pueden ser candidatos a la presidencia del partido aquellos aspirantes que reúnan entre el 10 y 20 por ciento de firmas de la militancia en 100 municipio distintos. De emitirse una convocatoria así, los riveristas Marcos Castro y Pepe Sánchez se verían en severos problemas para cumplir los requisitos y registrarse. 

Como puede verse, no solamente los “chairos” morenistas se dan con todo por el poder, sino que también entre los “fifís” persignados panistas se cuecen ambas a la hora de pelearse el control del partido.