El ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez y lo que queda de su grupo definieron cómo, cuándo y quiénes participarían en la elección por la dirigencia estatal del PAN.

También tenían a su favor a la entonces presidenta estatal y al secretario general del blanquiazul, Augusta Valentina Díaz de Rivera y Marcos Castro, respectivamente. Aunque de la primera NADIE esperaba gran cosa o que en verdad pudiera influir en la contienda, se suponía que el segundo –a quien Lalo Rivera hizo dirigente panista y diputado local plurinominal – conocía a la militancia y podía ayudar a la causa riverista.

Primero, Eduardo Rivera quiso poner como presidente panista a su sucesor al frente del ayuntamiento, Adán Domínguez Sánchez, que admitió públicamente su deseo por el cargo e, incluso, amagó con que seguiría en el sector público después de su gestión como alcalde sustituto:   https://desdepuebla.com/2024/09/19/adan-dominguez-pide-no-le-descarten-para-el-pan-estatal/.

Rivera Pérez reculó, tomó nota del brutal rechazo de los panistas –y generalizado- contra Adán Domínguez y lanzó como candidato a su ex colaborador (ex secretario de Gestión y Desarrollo Urbano), Felipe Velázquez, un tipo a quien los panistas reconocen como inteligente, afable, “a toda madre”, lo definen algunos: https://desdepuebla.com/2024/11/24/507670/.

ADÁN DOMÍNGUEZ: “POR MAM&N Y PENDE&O NI LOS RIVERISTAS LO ACEPTARON”

Finalmente, ni al interior del grupo de Eduardo Rivera aceptaron a Adán Domínguez como contendiente. Varios ex colaboradores lo definieron como “mam%n”, “pende%o” y también admitieron que su PÉSIMO final de ayuntamiento sería una sentencia de muerte para el PAN en las elecciones del 2027:  https://desdepuebla.com/2024/11/10/acusa-adan-dominguez-persecucion-politica-de-panistas/.

Así que los riveristas lanzaron como contendiente a su integrante con menos negativos y, como ya se dijo, decidieron CUÁNDO y CÓMO se llevaría a cabo la sucesión panista. Pero no solamente perdieron, sino que terminaron -literalmente- AVASALLADOS, ya que apenas consiguieron 43 votos contra los 70 de su adversario, Mario Riestra, pese a que se esperaba una elección interna cerrada, competida: https://desdepuebla.com/2024/12/15/510848/.

Hoy, después de un 2024 desastroso, con dos derrotas contundentes a cuestas y ya sin el “salvavidas” político y financiero que, en un momento dado, podía representar la dirigencia estatal del blanquiazul, tal vez sea hora de que Eduardo Rivera analice qué le llevó a perder el respaldo de varios panistas destacados, como Francisco Fraile, Jorge Gómez Carranco, Alejandro Gómez López y Carolina Beauregard, que en el pasado cercano SÍ le apoyaron.

Francisco Fraile estuvo en la pasada dirigencia del blanquiazul de Augusta Valentina, fue compañero de Felipe Velázquez en la diputación y su cercanía con Eduardo Rivera data de décadas, inclusive, el ex edil formó parte del “rebaño” del “pastor”, como llamaban a Fraile al interior del PAN. Carlos Blanco Navarro fue jefe de avanzada en el ayuntamiento anterior y Carolina Beauregard formó parte del grupo riverista al menos en dos ocasiones.

LALO NO CUMPLE ACUERDOS Y FELIPE ¡NI SIQUIERA LOS HACE!

Pero en la pasada contienda interna, estos consejeros panistas –y muchos más –le dieron la espalda al ex alcalde de Puebla, a su otrora aliado y apoyo. Al interior del albiazul, muchos argumentan que Eduardo Rivera no cumplió acuerdos en el ayuntamiento de Puebla y que, incluso, prefirió apoyar a priístas y perredistas.

Otros enfatizan que Felipe Velázquez les cae bien, pero que, cuando intentaron llegar a acuerdos políticos concretos con él a cambio de su voto dentro del consejo panista, se salía de la tangente y se mostraba evasivo, como si tuviera que consultar todo con el ex alcalde de Puebla. Incluso, durante la campaña quedó claro que NUNCA se separó de Eduardo y tampoco se generó una imagen INDEPENDIENTE a la de su ex jefe en el ayuntamiento: https://desdepuebla.com/2024/11/24/507670/

La conclusión ineludible es que el nuevo presidente del PAN en la entidad, Mario Riestra Piña, NO GANÓ la elección intestina, sino que Eduardo Rivera –Felipe Velázquez la perdieron. Los panistas no votaron con la “confianza” de que su neo dirigente pueda reconstruir al partido y hacerlo competitivo, lo hicieron para DESHACERSE del que consideraban que intentaba generar su cacicazgo y convertir al partido en su FRANQUICIA personal y familiar.

Este contexto y, principalmente, la decisión de muchos panistas de deshacerse de un liderazgo personal y centralista, que, al parecer, no cumplía acuerdos deberá tomarlas muy en cuenta el propio Riestra Piña, que también carga con un pesado historial en lo que se refiere a nepotismo, derrotas electorales y mezquindad política, aunque en la pasada contienda interna haya logrado SUMAR diversos liderazgos, como los de Mónica Rodríguez y Genoveva Huerta:  https://desdepuebla.com/2025/01/02/mario-riestra-anuncia-operacion-cicatriz-en-el-pan-puebla/.