No impondré rector, pero tampoco permitiré que nos lo impongan 

No impondré rector, pero tampoco permitiré que nos lo impongan 

Aunque será hasta febrero del año entrante cuando comience –de manera formal – la sucesión rectoral en la BUAP, queda claro que, en los hechos, inició este domingo, cuando Alfonso Esparza Ortiz dio su 3er Informe de labores ante la comunidad universitaria y los poblanos. 

El primero que está consciente de esta realidad es el rector, como lo demostró el hecho de que el propio Esparza Ortiz se refirió a la sucesión con la frase “Tomen nota. Respetaré una elección libre y su resultado”: https://desdepuebla.com/2020/10/04/los-unicos-con-derecho-para-decidir-sobre-el-futuro-de-la-universidad-son-las-y-los-universitarios-rector-alfonso-esparza/

Dicen los conocedores que su mensaje es que no designará al próximo jefe de la máxima casa de estudios del estado, pero que tampoco permitirá imposiciones externas o internas. Otras partes muy trascendentes de su mensaje fueron las peticiones a los universitarios de evitar la polarización social y, también, de mantener los logros de la BUAP, como la calidad académica, las finanzas sanas, transparencia, etc: https://desdepuebla.com/2020/10/04/video-desde-puebla-rector-alfonso-esparza-convoco-a-la-comunidad-universitaria-a-redoblar-esfuerzos-en-su-ultimo-ano-de-gestion/

Con un mensaje claro, pidió mantener a la institución como una de las mejores universidades de América y defenderla. Como se preveía, el 3er informe del rector Alfonso Esparza fue innovador:  https://desdepuebla.com/2020/09/30/buap-siempre-a-la-izquierda-de-puebla/

NINGUNA INTENCIÓN DE VIOLENTAR LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA NI DE ENTROMETERSE EN SU SUCESIÓN 

Lamentablemente, las relaciones entre el gobierno estatal y la BUAP no son las mejores. Al contrario, hacía mucho tiempo que no se vivía una situación tan tensa entre la administración gubernamental y la universitaria. 

Los máximos representantes de ambas instituciones han intercambiado acusaciones, señalamientos y, desafortunadamente, no ha habido una comunicación directa, sin intermediarios, entre el gobernador Miguel Barbosa Huerta y el rector Alfonso Esparza Ortiz. Con esta situación, como lo he señalado en este mismo espacio desde hace tiempo, se genera una disputa política que afecta a todos los participantes…y a Puebla. 

Sin embargo, de cara a un año político como el 2021, que tiende a ser caótico y que en Puebla pegará mucho más que en otros estados, debido a que aquí no solamente habrá elecciones concurrentes, sino también la sucesión rectoral en la IES más importante del estado, siempre existe la posibilidad de que –alguna vez – dialoguen el gobernador y el rector. 

Al respecto, fuentes de elevado nivel y totalmente confiables del gobierno estatal ratificaron a https://desdepuebla.com/ que no existe ninguna intención de violentar la autonomía universitaria ni plan alguno de intervenir en la contienda por la rectoría.   

ANABELL ÁVALOS, FLORENTINO DOMÍNGUEZ, NOÉ RODRÍGUEZ ROLDÁN, EN LA BARAJA DEL PRI PARA EL 2021 

Diversas encuestas publicadas en últimas fechas permiten advertir que la elección de gobernador de 2021 es de pronóstico reservado y que hoy nada está decidido para nadie. Aquellos que suponen que las preferencias se mantendrán a favor de Morena, o más precisamente, de Lorena Cuéllar Cisneros, son ingenuos, por decir lo menos.  

Anabell Ávalos Zempoalteca, alcaldesa de la capital tlaxcalteca; Florentino Domínguez Ordóñez, Secretario de Educación y Noé Rodríguez Roldan, dirigente estatal del PRI en Tlaxcala, son las cartas mejor posicionados por los partidos contrarios a Morena; de hecho, cualquier de ellos podría abanderar una probable mega alianza de partidos que pondría en serios aprietos a Morena y sus aliados, sobretodo porque van en franco ascenso.  

Quienes conocen del tema saben que lo importante es identificar el comportamiento de las preferencias en el tiempo, lo que implica un ejercicio de análisis que va más allá de ver quién va arriba. 

MORENA: EL EXCESO DE CONFIANZA Y LAS ENSEÑANZAS DEL 2016 

Hace 4 años, por ejemplo, solo figuraba Lorena Cuéllar, quien para entonces ya llevaba 10 años de campaña, brincado de cargo en cargo. En ese entonces se creía que ella sería la ganadora de la elección de 2016, por su alto nivel de posicionamiento, pero no fue así, porque el hoy gobernador, Marco Mena, la derrotó. 

Con las siglas del PRI, Marco Mena, un candidato hasta entonces poco conocido, le sacó ventaja y ganó. Vale la pena notar que los partidos se están moviendo, crecen y, además, los indecisos pueden inclinar la balanza.  

Su porcentaje es mayor que el de cualquier partido o aspirante. Insisto: Muy mal harían Lorena Cuéllar y los morenistas si se confían o creen que –a 8 meses de la elección – las preferencias ciudadanas quedarán estáticas.