Atípico el Último Informe de Marco Mena
El gobernador Marco Mena rindió su V Informe de Gobierno de una manera atípica, sin ceremonia de por medio, como todos los mandatarios que lo antecedieron en el cargo.
Se supone que el último informe de cada gobernante es el mejor de todos, pues se hace un recuento de los logros que se tuvieron en la administración.
Pero el gobernador Marco Mena sólo envió su informe por escrito al Congreso Local, de acuerdo con la obligación constitucional, y emitió un mensaje en video, de poco más de seis minutos.
No entendemos por qué, cuando hay mucho que cacarear, pues durante su gestión de solo 4 años y 8 meses, hubo crecimiento económico y paz social.
A pesar de la Pandemia del Covid-19, hubo inversión pública y privada, se generaron empleos y se edificaron grandes obras, que cambiaron el rostro de Tlaxcala.
Para la posterioridad, quedan la ampliación y modernización de la carretera Apizaco-Tlaxcala, el Viaducto de Apetatitlán, el Hospital General, el Estadio Tlahuicole y la Plaza del Bicentenario.
En lo social, se respetaron todos los derechos y libertades, tanto de expresión, como de asociación política-partidista y de credo religioso.
Pero sobre todo, se va a entregar un gobierno con finanzas sanas y sin deuda pública a la próxima administración estatal, que encabezará Lorena Cuéllar.
Los gobernadores anteriores, desde Emilio Sánchez Piedras a la fecha, no escatimaron en difundir sus logros en sus últimos informes.
Tulio Hernández Gómez rindió su sexto informe en el Palenque de la Feria de Tlaxcala, en presencia del entonces tapado presidencial, Carlos Salinas de Gortari.
Beatriz Paredes Rangel no lo pudo hacer en grande, como era su costumbre, pues pidió licencia ocho meses antes, para asumir la secretaría General del PRI.
José Antonio Álvarez Lima, fue más cauto, recordando que fue quien puso puntos suspensivos a las grandes ceremonias en los informes.
De todas formas, Alfonso Sánchez Anaya, Héctor Ortiz Ortiz y Mariano González Zarur, reeditaron las concentraciones, ante cientos de invitados especiales.
Las ceremonias fueron en grande, sin importar que algunos tuvieron que entregar la estafeta a gobernadores de otros partidos, en plena era de la alternancia.
Por eso seguimos sin entender por qué, Marco Mena, se abstuvo de dar un último recuento público de su gestión.
Es cierto que la Pandemia del Covid-19 impide la realización de grandes concentraciones, pero ya se tuvo una ceremonia controlada en el Cuarto Informe.
Estamos convencidos que en el ánimo del gobernador, privó lo político, es decir la derrota electoral del PRI en las elecciones del pasado 6 de junio.
Y fue cuando decidió no festejar mucho sus logros, cuando no hay mucho que festejar.
victortamayo5@hotmail.com
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