Como si fuera un poema de Gustavo Adolfo Bécquer, se enmarcó el regreso del ex Gobernador de Tlaxcala al redil de Andrés Manuel López Obrador.

Resulta que ayer, Alfonso Sánchez Anaya anunció su apoyo a la campaña presidencial del partido del que fue echado en octubre de 2015.

En aquella ocasión, el ex mandatario intentó imponer a su esposa, María del Carmen Ramírez, como candidata de Morena a la gubernatura del estado.

Como el Peje se empeñó en la postulación de Martha Palafox, ASA se rebeló y junto con sus cuatro seguidores sabotearon la campaña de Morena.

López Obrador no se inmutó y echó del partido a Sánchez Anaya, a su esposa, a Homero Meneses  y a Joel Flores, entonces dirigente estatal.

Después, en un encendido discurso, AMLO enfatizó que Morena no tiene amos y ante el boicot de los sanchezanayistas, dijo que “cinco golondrinas no hacen verano”.

Así se cerró un duro capítulo para el ex Gobernador, quien ese mismo año había sido vapuleado en las urnas como candidato a diputado federal por Rosalinda Muñoz, la abanderada del PRI.

Sin embargo, hoy nuevamente ASA regresa a Morena, junto con su Asociación Civil Matlalcuéyetl, que cuenta con escasos partidarios.

Le ofreció a López Obrador un ejército que se encargará de la defensa del voto, así como apoyar las campañas de los candidatos al Senado y a las Diputaciones.

Vamos a ver a cuántos logra realmente reunir, pues su ofrecimiento nos recuerda a Federico Barbosa, cuando apoyó la campaña de Lorena Cuéllar.

El ex Secretario de Gobierno de José Antonio Álvarez Lima -hoy también con la casaca morenista- ofreció miles de respaldos, pero al final solo fue el de su familia.

Para algunos,  ya pasaron los mejores momentos de Alfonso Sánchez Anaya, quien debería de retirarse sin dar penas.

Aunque la Delegada Nacional de Morena, Leticia Ramírez Amaya, celebró con bombo y platillo su reciente adquisición.

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