A Joel Molina, por ejemplo, es que en el Senado de la República se come con tenedor, motivo por el cual le sugerimos no se atragante con el pastel que verá ahora que ya es -Señor Senador de la República-.

No lo decimos al aire, la verdad es que hasta el 2016 el señor ni Excel sabía usar, porque lo suyo lo suyo es ser ‘operador’.

No me dejarán mentir los fundadores del movimiento, desde que Molina tomó el control del partido otorgó -por no decir- vendió candidaturas al mayor número de priistas que pudo hallar en Tlaxcala.

No fue casualidad que su ex patrón, Álvarez Lima, ascendiera a la primera cúpula de poder de la cuarta transformación y tampoco fue coincidencia su servilismo le llevara a ocupar un lugar en la fórmula al Senado.

Yo estaría preocupada por zafarlo del partido con más prerrogativas en el estado, antes que esas se ocupen para poner priistas, petistas, afines a MC, el PAC y derivados como alternativas a candidatos de Morena.

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A Anabel Alvarado, que, por favor, encarecidamente haga bien su chamba.

Lo decimos a cuento del papelazo que hace al frente de la conmemoración de los 500 años del encuentro de dos culturas.

Mire que nombrar a Carlos Rivera, embajador turístico y cultural de Tlaxcala, habiendo tantos perfiles de prestigio en la entidad.

No decimos que Rivera no merezca un reconocimiento a su éxito, lo cierto es que la conmemoración de los 500 años del encuentro de dos culturas no es un evento de marketing ni Viña del Mar. Sean serios.

Ojalá la organizadora del desorganizado festejo ubique a Tlaxcala en la mirada internacional con su vasta experiencia también en la Madre Patria. ¡Ajá!

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A quien corresponda, que si por favor ya le paran a la violencia que vive nuestra entidad donde un día nos vienen a dejar un muerto y al siguiente tres.

No decimos que seamos la fosa común de México, pero es grotesca la forma en que municipios lidian con el tema de inseguridad en sus demarcaciones.

Lo ocurrido en Quilehtla el pasado viernes, donde desafortunadamente perdieron la vida dos policías estatales da muestra de las graves carencias con las que opera la policía.

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Lamentable que una Senadora de la República se exprese de forma tan radical respecto de la decisión de dar vida o abortar.

Lo decimos a cuento de la también periodista Lily Téllez, a quien recordemos, apapachamos todos años atrás cuando fue agredida en el desempeño de su trabajo periodístico.

‘Las mujeres que abortan son criminales’

Ahora resulta que por decidir si aceptamos o no las implicaciones de ser madres le quedamos a deber a la oriunda de Sonora, quien además nos representa. No pues gracias.

Lo otro más triste es que ahora nuestro Señor Presidente suponga que en una de sus ‘consultas’ se puede dirimir la polémica sobre si abortar o no se convierte en legal. ¡No friegue!

Si no sabe le explicamos, la interrupción legal y segura del embarazo no es un tema de consulta, es un derecho de la mujer que se debe garantizar por el hecho de tratarse de un asunto de salud y autonomía reproductiva.

Ojalá en Tlaxcala se abogue pronto por abolir esos intentos regresivos en materia de derechos humanos y reproductivos, por el bien de la nación.

Hasta la próxima…

@Naye_Romero89

nayelir31@gmail.com