Nido de corrupción
Todavía ni la rosca de reyes partimos y en Tlaxcala ya estamos volviendo a la vida real.
Y es que, nos cuentan, tras unas espurias vacaciones concedidas al personal del Sistema Anticorrupción en Tlaxcala, ahora resulta que más de diez trabajadores ya no están ni en la nómina.
Se trata de Johana Juárez, Arturo Juárez, Dulce María Barrios y Eder Morales, adscritos a departamentos de riesgos y políticas públicas, comunicación, secretaría particular y recursos materiales respectivamente, quienes, a partir del 2 de enero, dejaron sus cargos tras el despido.
Pero eso no es lo grave del caso, sino más bien que, según fuentes fidedignas en el instituto responsable de vigilar la pulcritud en el ejercicio de los recursos, éste sea un nido de corrupción.
Primero, al violar de forma obviada los derechos laborales de los trabajadores y sus contratos, iniciando por Rogelio Zapata, quien desde hace meses mantiene demandada a la Secretaría Ejecutiva por exceder horarios de trabajo, salida, horas laborales y no respetar la hora de la comida.
Otra cosa que nos dicen, es que, dentro de la lista de despedidos no está ningún jefe de departamento, tales como Luis Ernesto Pérez, sobrino del secretario de gobierno o Bernardino Santacruz, Consejero estatal del PRI.
De igual forma llama la atención de personal, que desde hace algunos meses y de forma externa labore para el instituto Erika Carrasco, contador público y jefa del departamento de adquisiciones de la Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala, pariente del Secretario Técnico Julio Caporal.
Por otro lado, al nuevo año nuevas negociaciones, donde dicen, es el mismo Presidente del comité de participación ciudadana, José Justino Pérez Romano, quien ya negocia los puestos vacantes.
No pues bueno, con esa solvencia moral, no imaginamos lo que para sus titulares represente la palabra ANTICORRUPCIÓN.
Y a usted, ¿Qué le trajeron los Reyes?
¡Feliz 2020!
@Naye_Romero89
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