¿Polleros?
¡Lo que nos faltaba! Que ahora los ‘ejecutivos’ del servicio de transporte sean tan buenos, pero tan buenos que incluso, auxilien la movilidad de migrantes por territorio mexicano.
Si no se enteró le cuento, resulta que en días pasados en Tamaulipas fueron abandonados 46 migrantes procedentes de la República del Congo, 27 adultos, 15 niños, 4 recién nacidos.
Los abandonaron tras un largo viaje sobre la carretera Nuevo Laredo-Anáhuac luego de haber iniciado la travesía en Tapachula Chiapas a bordo de un autobús presumiblemente propiedad de la empresa Supra.
Reportes de migración informaron que los 46 migrantes serían llevados a la jurisdicción sanitaria número 5 en Tamaulipas para realizar su valoración médica.
No queremos pensar mal pero hasta para un miope ya son muchas coincidencias, primero, 20 ilegales guatemaltecos a bordo de un ATAH 2015 https://bit.ly/2EG72Vi y ahora 46 migrantes abandonados. https://bit.ly/36SqPwW
Suspicacia o no, la empresa Supra ni ruido hizo por la vinculación de su marca en semejante acusación, imagínese, prestarse a traficar con personas es un delito serio. No llevaban chivos ni caballos, llevaban gente, recién nacidos.
Ni para decir que no eran ellos, número económico, logotipos, fundita en los asientos, autobuses de primera generación. ¡Qué trasnacionales!
Además, ¿qué hacía su autobús en Tamaulipas y en Tapachula?
No dudamos exista un argumento que ‘limpie’ la imagen de los cafres del transporte en este tema, más bien decimos que por menos de eso, otra Secretaría de Comunicaciones, no en Tlaxcala, otra, ya los estaría investigando.
Y es que, por alguna razón quizá económica, el monopolio o duopolio como se precisen autodenominar ha salido limpio de cualquier escándalo, sean accidentes, robos, invasión de rutas, cooptación de mercado, competencia desleal, conflicto de intereses y financiamiento público.
Que nos pasen a disculpar, pero una cosa es ofrecer un precario servicio a los usuarios y otra bien distinta es traficar con personas, la ley es clara.
A colación:
Hablando de Movilidad, a señas o con manzanas, pero explíquenle al diputado Miguel Piedras una cosa.
De acuerdo al Art. 28 de la Ley Orgánica del Congreso, ningún legislador puede intervenir en asuntos con los cuales tenga intereses personales.
Esto es que debe abstenerse de legislar a su conveniencia párrafos específicos de leyes específicas como lo pretende hacer con la Ley de Movilidad en el Estado y la Ley de Comunicaciones y Transportes.
Dicho de otra forma, en su carácter de legislador y concesionario de transporte público, no debe ni puede hacer leyes o reglamentar nada que beneficie directamente sus propósitos como empresario por ser eso un abuso contra la ciudadanía.
¡No es Pronto, No es UBER es el pueblo!
Infinitamente agradecida con sus lecturas de este 2019, éste espacio tomará un descanso, nos leemos pronto aquí o en donde toque.
¡Abrazos todos y feliz navidad!
Hasta la próxima…
@Naye_Romero89
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