Lenguaje de ODIO
Le seré honesta para escribir estas líneas pensé todo el fin de semana.
Somos bien simpáticos los humanos, dramatizamos la muerte de un perro arrollado por la policía municipal y al mismo tiempo celebramos el suicidio u homicidio de una mujer.
Nos negamos a comer carne en cuaresma porque así lo dice la biblia, la iglesia o yo que sé, pero si vemos morir a un matador en el ruedo festejamos el deceso.
Hablamos de compasión porque, qué bonita es la Semana Santa, pero si detenemos al ladrón que nos hurtó un pan, un tanque de gas o el calzón del tendedero, lo linchamos por rata.
Y es que ante lo mejor y lo peor de los seres humanos caben siempre múltiples apreciaciones, pero nunca la indiferencia porque la humanidad del otro siempre compromete la mía, la suya, la del prójimo.
“Sed de justicia” absurdo encabezado para narrar la nota que explica cómo sepultó su familia a Eliza N. la joven niñera que golpeaba a dos niños cuando debía de cuidarlos.
Su caso nos debería cuestionar el papel de todos los involucrados en la tragedia, los papás, los medios, las redes, los ciudadanos, la propia Eliza, la autoridad, los custodios, su familia, todos, la sociedad.
¿Qué nos hace odiar a alguien que no conocemos?
Hablar de “justicia” es hablar de un principio moral, de obrar y juzgar respetando siempre la verdad y, la verdad es que no somos precisamente ciudadanos modelo que puedan emitir un juicio de valor sobre tal o cual cosa.
La misma -sed- de justicia que hoy buscan los papás de Eliza, ayer la buscaban los padres de esos gemelos que eran agredidos, peores crímenes se cometen en lugares que se llaman hogares con personas a las que llaman hijos.
A Eliza N. no la mató un cordón del colchón donde dormía, tampoco la negligencia de un custodio -en caso que en verdad haya sido un suicidio-.
A Eliza la mataron sus decisiones, el escarnio público, su estado mental y los jueces de Facebook que ya la habían juzgado mucho antes de carearse con un juez.
Seguí el caso de una manera puntual y todavía me detengo a pensar si aquello que le da justicia a un padre se la quita a otros.
Somos muy simpáticos los humanos, invocamos a Dios y en la web sembramos ODIO.
A Colación:
No sé a ustedes, pero a mí - al día de la fecha- me cae re bien el nuevo procurador de justicia de Tlaxcala.
Tienen que verlo hablar ante medios, no tiene respuesta certera a casi ninguna pregunta, todo está en carpetas de investigación.
Agradecemos claro su apertura, algunos no soportan el flash de las cámaras.
Los crímenes en el estado no son hechos aislados y el sistema de justicia estatal junto con sus procedimientos quedaron mal parados con el suicidio de la niñera.
La CEDH también duerme en sus laureles, los que coordinan los penales igual.
Este conflicto entre particulares sólo evidenció lo que ya sabíamos, la yegua de la justicia les queda grande.
Le dejo esta radiografía del lenguaje de odio en internet y su toxicidad.
http://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/estudio-sobre-el-odio-en-internet-197474
Hasta la próxima…
@nayecuca89
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