Cuando el río suena
Hasta la terminal de autobuses llegaban los malandros con pequeñas maletas de dinero.
Lo que ofrecían era inmejorable y, sin embargo, la mayoría de los choferes lo rechazaban.
Primero, porque en aquella empresa los operativos son frecuentes, después, porque quien aceptaba una vez se convertía en esclavo del crimen organizado.
A cambio de ese dinero, maletas sin documentar eran enviadas con frecuencia en autobuses como paquetes de una ciudad a otra con el riesgo no sólo de perder el trabajo, también de ir a la cárcel.
Hay un dicho popular que afirma “Cuando el río suena es que agua lleva”
No lo decimos nosotros, pero nos cuentan en Apizaco hay un grupo de jóvenes conductores de plataforma que utilizan su actividad como una fachada para delinquir.
Todos, casualmente manejan vehículos Aveo de modelo reciente y esperan sus viajes ubicados en Loma Florida, colonia donde se reúnen casi todos los días.
Conductores jóvenes que se asumen como propietarios de los vehículos y viajan de forma constante a la CDMX, hecho que consta en sus estados de WhatsApp donde documentan sus pasos.
Según nos dicen, este clan de operadores no mueve personas a bordo de sus automóviles; lo que hacen es entregar mercancía de ciudad en ciudad con el pretexto de realizar viajes vía plataforma.
Su actividad ha levantado sospechas entre otros conductores de la plataforma, quienes afirman, aunque dicho empleo genera utilidades no se igualan a las que perciben esos jóvenes.
“Para empezar uno no hace base en ningún sitio, luego, aunque nos salen viajes a CDMX esporádicamente eso no es una constante”
Otra de las denuncias, hace alusión a que esos conductores viajan acompañados, incluso, han llegado a tomar viajes comunes con dicha compañía.
El caso es que, mientras sean peras o manzanas, valdría la pena como lo hizo en su momento ADO realizar operativos para asegurarnos que los servicios de transporte vía plataforma movilicen únicamente personas y no sustancias prohibidas.
Digo, por la seguridad de todos.
@Naye_Romero89
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