En la Morgue
¡Increíble! A bordo de su vehículo fue visto por última vez el 10 de mayo del 2019 Francisco N., un profesor del Instituto Tecnológico de Apizaco.
Entre la pandemia y la ineficiencia de la PGJE la imagen del hombre de 51 años, padre de familia y docente, circuló por más de dos años en la búsqueda de algún dato sobre su paradero.
Lo que nadie pensó, imaginó y hoy no podemos creer, es que su cuerpo estuvo todo este tiempo, al menos el último año, en un refrigerador del Servicio Médico Forense en Tlaxcala.
Como lo leé, mientras su familia le buscaba desesperadamente los empleados de la morgue se tomaron su tiempo para averiguar a quién correspondía aquel cuerpo.
Y es que, por sus familiares supimos, el cuerpo sin vida de Francisco volvió a su hogar apenas el pasado 25 de agosto, cuando la PGJE se dignó a hacer formal entrega del cadáver.
También nos dicen, el auto del docente del ITA habría sido encontrado meses después de su desaparición en Chignahuapan, Puebla.
A simple vista, pudiera parecer que cualquier servidor público comete errores, sin embargo, este no es el primero que ocurre en las dependencias responsables de procurar justicia.
¡Vaya cosa! Un día procesan inocentes y, al siguiente, meten al congelador el cuerpo de un desaparecido.
¿Qué otro muerto nos deja oculto Sr. Aquiahuátl Sánchez?, ¿Ya identificó a los últimos hallados en Ixtacuixtla?, o debemos esperar a que la próxima administración entregue los cadáveres.
Revise bien las gavetas de su oficina procurador, no vaya ser que luego, nos aparezcan ahí los 43 de Ayotzinapa. Y ni modo que reclamarle al notario.
Por lo demás, ojalá que ninguno de los responsables de la negligencia en el caso de Francisco N., padezcan nunca la zozobra que viven aquellos que buscan a sus seres amados.
A colación:
La próxima semana le hablaré del nuevo fichaje de diputados y, también, de nuestro impresentable gabinete. ¡Qué horror!
Hasta la próxima…
@Naye_Romero89
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