Como era de esperarse, la designación de la gubernatura interina para el priísta tradicional, Guillermo Pacheco Pulido, fue una decisión que NO se tomó en el Congreso de Puebla…es más, ni siquiera fue en el estado donde se determinó, ya que una definición de ese tamaño le corresponde al propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y se realiza en la Ciudad de México.

Fuentes del CEN del PAN, que por obvias razones pidieron el anonimato, compartieron a DEBATE que lo ocurrido el pasado lunes 21 fue muy simple: AMLO se comió a Marko Cortés y a todo el panismo nacional, ya que primero les hizo creer que podría aceptar que un panista-morenovallista, como Jesús Rodríguez Almeida, conservara el interinato y, después, lo borró de la terna: http://desdepuebla.com/2019/01/08/gobernador-interino-y-las-malditas-senales-de-los-pinos/.

Más que traiciones, lo que debe preocupar al PAN nacional y de Puebla es su propia debilidad, la carencia de estrategias y liderazgos fuertes para enfrentar –con al menos una mínima posibilidad de éxito – a dos políticos mañosos y experimentados como AMLO y, ahora,  Pacheco Pulido, quien como hombre de sistema sabe que le debe la gubernatura al presidente y a nadie más: http://desdepuebla.com/2019/01/21/guillermo-pacheco-pulido-rinde-protesta-como-gobernador-constitucional-interino-de-puebla-ante-el-congreso-del-estado/.

Fuentes muy bien informadas compartieron que, cuando de Los Pinos les llegó la información de que Rodríguez Almeida había sido bajado de la terna, Marko Cortés y demás “negociadores” se quedaron mudos, callados, son elementos para rebatir y dejaron morir solos a la fracción minoritaria del blanquiazul en el Congreso local.

Y si a nivel nacional quedó demostrado que el panismo anda acéfalo de liderazgos y estrategias para enfrentar a AMLO, en Puebla fue peor, ya que la dirigente estatal, Genoveva Huerta, ni siquiera se interesó en saber qué pasaba en el Congreso el lunes 21 de enero. Nunca se comunicó con los diputados de su partido para preguntarles cómo les estaba yendo con la aplanadora de Morena.

Lo cierto es que Genoveva Huerta no se presentó en la Legislatura y tampoco les dijo a sus diputados qué hacer cuando desde la Ciudad de México les informaron que Rodríguez Almeida había sido eliminado de la terna, pese a que se supone que había una línea política NACIONAL para defender su postulación: http://desdepuebla.com/2019/01/20/gobernadores-del-pan-cierran-filas-con-rodriguez-almeida-para-mandatario-interino-de-puebla/.

Luego de ahogado el niño, después de que Pacheco Pulido fue designado, incluso, con el voto de los legisladores locales panistas, la presidenta estatal del partido ha intentado limpiarse el rostro culpando al ex coordinador del PAN en el Congreso local, Marcelo García Almaguer, quien trató de defenderse con un vídeo y explicando que el gobierno federal no cumplió su palabra de dejar que un panista fuera en interino.

Y, efectivamente, AMLO y cía quizás no hayan honrado el presunto “compromiso” de designar como mandatario provisional a un panista, pero lo más grave para los dirigentes nacionales y estatales del albiazul no es eso, sino que no tuvieron capacidad para enfrentar a la aplanadora amlista-morenista y, ahora, se tienen que conformar con tratar de buscar “culpables” y de detectar qué sucedió: http://desdepuebla.com/2019/01/25/no-habra-marcha-atras-en-la-remocion-de-garcia-almaguer-huerta-villegas/.

Así que las muertes de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle Rosas no solamente dejaron acéfalos de liderazgo y estrategias políticas al PAN de Puebla, sino que –también- parecen haber desnudado la profunda incapacidad predominante en la propia dirigencia nacional del partido: http://desdepuebla.com/2019/01/22/analizara-el-cde-del-pan-designacion-del-gobernador-interino-de-puebla/.

A ello se debe el sospecho y, al mismo tiempo, sintomático silencio que Marko Cortés y los demás miembros de la dirigencia nacional panista han mantenido respecto al caso Puebla después de la designación de Pacheco Pulido.