Ilumínate
¿Cómo te sentirías si
descubrieras que eres lo que niegas? Seguramente, amable lector, recuerdas los
execrables dichos de “¿Qué es un Tlaxcala? O “Tlaxcala no existe”, pronunciados
seguramente por algunos compatriotas que desconocen un poco de historia y de
las migraciones que hicieron los tlaxcaltecas no sólo para colonizar el norte
de lo que hoy es la República Mexicana sino también al sur, más allá del actual
estado de Chiapas.
Dicen por ahí que la ignorancia
es valiente y lo demuestra el video de “El viaje del ADN” donde varios
invitados dicen sentirse orgullosos de ser 100% ingleses, o de provenir de
Bangladesh, o de ser totalmente islandeses, o franceses, o de raza negra, y
cuando se les cuestiona si tienen alguna animadversión contra alguna raza o nacionalidad
cada uno de ellos habla sobre aquellas que no le agradan.
Lo fascinante viene después de
que a los invitados se les pide una muestra de su saliva para analizar su ADN.
Después de dos semanas, reciben sus resultados y emprenden un asombroso viaje a
sus orígenes, en donde ya no rechazan tanto a aquellas culturas que no les
agradaban.
Esto ocurre en la película “Todo
se ilumina”, o como fue titulada en Hispanoamérica: “Una vida iluminada” en la
que un coleccionista judío, Jonathan Safran Foer, interpretado por Elijah Wood,
viaja desde Estados Unidos hacia Ucrania en busca de los rastros de su abuelo
recién fallecido. Ahí convive con Alex, que cree que los judíos tienen mierda
en la cabeza pero que admira a los estadounidenses. Él le ayuda al joven judío
como traductor para entenderse con el abuelo quien funge como conductor en esta
aventura y quien, de paso, repele a los judíos.
Al final descubrimos junto con estos personajes, algunos episodios de
sus historias familiares y el porqué de los gustos musicales del abuelo y de su
empresa de tours para estadounidenses adinerados.
Como diría mi abuelita: “No
digas: de esa agua no he de beber, porque vas y te ahogas”. Esta historia,
basada en la novela de Jonathan Safran, nos hace comprender porque a la luz del
pasado, el presente se ilumina. Igual los invitados al “Viaje del ADN” se
iluminan al conocer las mezclas de razas que hay en ellos.
Ojalá el resto de la República
pueda identificar que los tlaxcaltecas estamos en su ADN igual que otras tantas
culturas.
Si todos conociéramos nuestros
orígenes y que provenimos del 50% de los genes de nuestro padre y del 50% de
los de nuestra madre y ellos a su vez del 50 y 50 de sus padres, se evitarían
los extremismos raciales, el odio y encono entre los seres humanos que somos,
en realidad, como primos. Si no han visto “Todo se ilumina”, "del director Liev Schreiber", los
invito a buscarla en su plataforma favorita.
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