¿Están listos para otra reseña fílmica? La vez pasada, un buen amigo me hizo la recomendación de que debo anotar el siguiente aviso: Cuidado, puede contener revelaciones sobre la película. De acuerdo, esta vez trataré de no “spoilear” tanto. Se trata de “El callejón de las almas perdidas” como fue traducido al español. El título en inglés es “The Nightmare Alley”, que yo traduciría como “El callejón de las Pesadillas”.

De entrada, lo que llamó mi atención sobremanera fue la banda sonora, impresionante y hermosa, a la par de la espléndida fotografía que se deja notar en las primeras secuencias.

“El callejón de las almas perdidas” es la adaptación de una novela publicada en 1946 de William Lindsay Gresham (escritor estadounidense muerto por suicidio). En ella se nos cuenta la historia de Stanton Carlisle, un “aldeano de dientes alineados” que para huir de su pasado termina uniéndose a un espectáculo de fenómenos en una feria ambulante donde lo reciben sin problemas porque ahí “a nadie le importa lo que has hecho”.

La atracción principal es inhumana: se presenta a la bestia, un hombre degradado por el alcohol que es obligado a hacer actos innombrables.

Poco a poco, el ambicioso Carlisle, orgulloso por no haber tomado jamás una copa, va abriéndose camino en el mundo circense y aprendiendo los secretos de Pete un anciano mago alcoholizado que había practicado la adivinación.

Observamos a la mujer araña que fue convertida en ese fenómeno por no obedecer a sus padres, al hombre más fuerte del mundo y al Mayor, es decir, al hombre más pequeño registrado, así como a Molly, una mujer capaz de soportar descargas eléctricas.

Las atracciones incluyen embriones de diversos animales y a Enoch, un feto humano de tres ojos que lleva el nombre del personaje bíblico al que se le atribuye la frase: “Un día dios va a destruir a todos los malos”. Así, el feto deforme parece juzgar las acciones de todos en el circo.

Stan termina convenciendo a Molly para que se vayan y empiecen a buscar fortuna juntos con un acto que tiene preparado y que ha aprendido gracias las enseñanzas del viejo Pete.

Empiezan a ganar dinero y a ser contratados por su espectáculo en grandes hoteles hasta que Carlisle se topa con un alma como la suya y decide hacer negocios fraudulentos con ella.

Vemos estafa, vemos degradación, violencia, espiritismo y referencias provenientes del psicoanálisis freudiano. Puede decirse que esta vez Guillermo del Toro decide enfocarse en el monstruo más grande de todos: el ser humano, con sus vicios, complejos, traumas, ambiciones y pecados.

Con un elenco que incluye a Bradley Cooper (“Sin Límites”), Rooney Mara (“La chica del dragón tatuado”), Willem Dafoe (Spiderman 1), Cate Blanchett (“Carol”) y Toni Collete (“Pequeña Miss Sunshine”, entre otros, era de esperarse que “El callejón de las almas perdidas” se colocara entre los nominados al premio Oscar en su edición 2022 por “Mejor película”, “Mejor fotografía”, “Mejor diseño de producción” y “Mejor vestuario.

Como anotación final, creo que Molly me hizo engullir una caja completa de chocolates al finalizar la película.