Autores y Lectores reunidos en la escuela
Dentro de la labor que como docente y como escritora realizo desde ya varios años, en esta ocasión tuve la oportunidad de llevar a escritores de la región a convivir directamente con un público que debe de ser más fortalecido en su acercamiento a las letras: adolescentes, alumnos de telesecundarias.
Creo que hay mucho por hacer. En el salón de clases los docentes deben de perder el miedo a leerles a los niños, a compartir con ellos un cuento, un poema y emplear el arte como un medio para el manejo de las emociones.
Es cierto que en las aulas abunda el acoso escolar, los conflictos entre alumnos o de estudiantes para con profesores y viceversa. Y estoy convencida de que, fomentando en los niños y adolescentes el gusto y aprecio por el arte, se puede formar a personas sensibles, observadoras y reflexivas.
Sin embargo, como ya dije, hay que empezar con los docentes, a acercarles muestras artísticas de calidad, eventos a los que acudan y puedan conocer y apreciar diferentes manifestaciones de la belleza. Este año en el Encuentro íbamos a contar con la presencia de otro autor de amplia trayectoria, sin embargo a nivel institucional ya no fue posible, sin embargo, hay que acercar a las personas y también a los profesores a la lectura, sensibilizarlos a compartir en voz alta sus propios gustos literarios ante los jóvenes y sobre todo, que como profesores se conviertan en modelos que conduzcan a los alumnos a esta actividad. Y no porque leer nos haga mejores personas, sino porque leer nos ayuda a conocer, a saber, a informarnos, a reflexionar y crear una opinión. Y sabiendo que en la actualidad con el Sistema de Alerta Temprana en las escuelas se está fortaleciendo de forma específica la Lectura de comprensión, la producción de textos y el Cálculo Mental, era primordial realizar esta actividad.
Mucho falta por hacer, sobre todo cuando las personas no tienen cubiertas sus necesidades básicas como es un trabajo, un sueldo digno, condiciones de vivienda salubres y agradables, requerimientos en salud. Muchas de estas personas no pueden leer no porque no quieran, sino porque no tienen la oportunidad.
Sin embargo, hay que seguir con la labor. Reunidos en el café-galería Suave Diablo, varios colegas escritores que participaron en la actividad comentaron que su experiencia fue agradable, que los alumnos mostraron interés, hicieron preguntas e incluso querían libros. En otros casos, notaron cierta resistencia por parte de los alumnos quizá porque no leen o tal vez porque no están acostumbrados a actividades de este tipo. En el menor de los casos, se notaba un alejamiento entre los docentes y los autores, como cuando por primera vez te acercas a una situación que por nueva te provoca temor y desconfianza.
Esa fue la razón por la que en esta ocasión, el 2º. Encuentro Literario de Autores con Lectores se acercó a la escuela con jóvenes de telesecundaria, una modalidad con varias carencias pero mucho futuro. Agradezco a los profesores que apoyaron la actividad, espero que otros más se muestren entusiastas en leer y en acercarles este tipo de oportunidades a sus alumnos. En especial agradezco a los poetas y narradores que siguen creyendo en los eventos que a manera de gusto o mera necedad, como una forma de aportar algo a la sociedad y a las letras, continúo organizando.
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