Tráfico de influencias en Tlaxcala
El pasado viernes se hizo pública la renuncia "por motivos personales" de Rubén Domínguez Medel, como director de Transporte de la Secretaría de Movilidad de Tlaxcala.
Este empresario transportista cobró notoriedad tras el accidente del autobús que transporta maestros, en donde perdió la vida un profesor y varios más resultaron lesionados.
Domínguez Medel es propietario de la empresa "Transportadora Turística Alejandría", la cual fue beneficiada por el gobierno de la 4T, para atender el programa "Primero los Maestros".
El contrato, por 15 millones de pesos más IVA, se le adjudicó de manera directa, sin que tuviera capacidad para transportar a cientos de trabajadores de la educación a las escuelas.
Como consecuencia, el empresario de Zacatelco subcontrató autobuses viejos y en mal estado a empresas poblanas, cuyas descomposturas han dejado varados a decenas de maestros.
Ese no fue el único problema, el otro tiene que ver con la designación de Rubén Domínguez como director de Transporte de la SMT.
¿Es legal que un funcionario público sea al mismo tiempo contratista del mismo gobierno?.
Por supuesto que no.
Estamos en presencia de un evidente tráfico de influencias, que el gobierno de la 4T en Tlaxcala debe aclarar y en su caso sancionar.
Pero sobre todo, a los organismos autónomos les corresponde indagar cuántos casos más se encuentran en la misma situación y actuar en consecuencia.
Los beneficios que obtuvo Rubén Domínguez Medel, forman parte del pago de facturas por haber apoyado la campaña por la gubernatura de la coalición "Juntos Haremos Historia".
No es el único caso de tráfico de influencias, también se encuentra en este supuesto el antro denominado "La Terraza" del Museo de Arte, el cual volvió a reabrir sus puertas después de una clausura simulada.
Atrás de esta cantina se encuentra, otra vez, el pago de facturas a un empresario poblano, que funge como socio y prestanombres de un familiar con alto cargo en el gobierno de Tlaxcala.
victortamayo5@hotmail.com
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