El sospechoso asalto a la casa de Anabell
En pleno proceso electoral de 2016, un convoy le cerró el paso a la camioneta que transportaba al gobernador Mariano González Zarur, cuando circulaba por la Vía Corta, a la altura de Mazatecochco.
De vehículo descendieron hombres fuertemente armados, para advertirle al mandatario priista que no se metiera en las elecciones para renovar la gubernatura del estado.
Al frente del comando iba un oscuro personaje que ha servido a dos administraciones y que montó un centro de espionaje por la salida a Tepehitec.
El hecho no fue confirmado por autoridad alguna, pero tampoco fue desmentido, cuando se conoció ampliamente en el medio político.
Lo anterior viene a cuento, por el sospechoso asalto a la casa de la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca.
El martes por la noche, varios sujetos ingresaron a la vivienda ubicada en la comunidad de Ixtulco, para amagar a los presentes, incluida la propia alcaldesa de la capital.
Además de amedrentarlos, les robaron los celulares que después fueron abandonados, a pocos metros de la casa donde sucedieron los hechos.
Como que algo no cuadra en este sospechoso asalto, pues ningún delincuente ingresa a un domicilio cuando apenas ha caído la noche, con varias personas adentro, solo para robar teléfonos móviles.
Los celulares robados fueron abandonados para impedir su rastreó, lo que indica que se trata de delincuentes que tenían el firme propósito de amedentrar.
El acto de intimidación que sufrió Anabell Ávalos Zempoalteca en su domicilio, evidencia las altas posibilidades de triunfar en las elecciones de 2021.
Sucesos como este ensombrecen la política y las elecciones; sin embargo, también demuestran la capacidad y temple de las personas.
Eso esperan los ciudadanos de sus autoridades, que no se dejen amedrentar por los que a la mala quieren acceder al poder.
Y obliga a las autoridades a esclarecer de manera pronta ese hecho delictivo, así como de castigar con severidad a los responsables.
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