En Tlaxcala es tiempo de mujeres
La
reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Tlaxcala no fue solo la
inauguración de una planta de tratamiento de aguas residuales, fue también un
acto cargado de simbolismo político y de respaldo institucional. En medio de
una coyuntura nacional en la que la unidad y la continuidad del proyecto de la
Cuarta Transformación son fundamentales, la presencia de la mandataria federal
dejó claro que Tlaxcala no está sola y que su gobernadora cuenta con el
reconocimiento y apoyo total del Gobierno de México.
Durante
el evento, la presidenta no escatimó en elogios hacia la gobernadora Lorena
Cuéllar, a quien calificó como grande, "de
ese tamaño es la Gobernadora que tienen", destacando su compromiso con el
bienestar de los tlaxcaltecas y su capacidad de gestión. Más allá de las
palabras, el mensaje fue contundente: el proyecto de transformación avanza con
fuerza en el estado, y las acciones en materia de infraestructura y medio
ambiente son una prueba clara de que el trabajo coordinado entre el gobierno
federal y el estatal da resultados concretos.
Pero
si hubo otro momento que capturó la atención fue el respaldo implícito y
explícito a Marcela González, presidenta estatal de Morena. En un gesto cargado
de significado, la presidenta Sheinbaum le brindó un abrazo que no solo
simboliza cercanía personal, sino también un reconocimiento al liderazgo
político que González ha ejercido en Tlaxcala. Este acto, aunque breve, resonó
con fuerza en el contexto político local, donde el papel de Morena como fuerza
dominante requiere de liderazgos sólidos y cohesionados.
La
presencia de Sheinbaum en Tlaxcala llega en un momento clave. La política
estatal se encuentra en una etapa de consolidación, y el espaldarazo
presidencial fortalece no solo a la gobernadora, sino también a las figuras
emergentes dentro del movimiento. Para Marcela González, este respaldo se
traduce en un impulso a su labor al frente del partido, reafirmando su papel
como un puente entre la estructura política local y el proyecto nacional de
transformación.
Más allá de la obra inaugurada —que representa un avance significativo en la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida—, la visita de Claudia Sheinbaum dejó claro que en Tlaxcala hay un proyecto sólido, respaldado por liderazgos fuertes y por un compromiso inquebrantable con la transformación del país. En política, los gestos importan, y los de este evento no dejan lugar a dudas: la Cuarta Transformación tiene en Tlaxcala una base firme y en sus liderazgos, una fuerza en crecimiento.
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