(Alexis P. González) San Pablo del Monte se ha convertido en una zona de alto riesgo. La escalada de la violencia quedó confirmada con al menos cuatro robos violentos reportados en un lapso de 72 horas, evidenciando el nulo control de las autoridades sobre la delincuencia.

El primer golpe se registró el 31 de octubre, cuando la impunidad permitió el robo con violencia de una camioneta Nissan NP300, que transportaba mercancía. El atraco ocurrió alrededor de las 10:00 horas en la carretera Vía Corta Puebla-Santa Ana, a la altura de San Bartolomé. Dos camionetas emboscaron la unidad, cargada con electrodomésticos y rótulos de "Cocinas Industriales". Los delincuentes no solo robaron el vehículo, sino que privaron de su libertad al operador durante dos horas, dejándolo abandonado en San Felipe Hueyotlipan, Puebla.

Los asaltos continuaron el 1 de noviembre. El Barrio de San Bartolomé fue nuevamente escenario de un asalto armado de alto impacto cuando el propietario de un negocio ubicado en la calle Venustiano Carranza fue despojado de 164 mil pesos en efectivo por dos sujetos armados que irrumpieron mientras pagaba un surtido de cerveza.

La ola de violencia se extendió hasta el 2 de noviembre con dos incidentes más. Cerca de las 18:32 horas en San Sebastián Xolalpan, se reportó un asalto a la tienda OXXO de la calle Adolfo López Mateos Poniente. El encargado refirió que un hombre en motocicleta negra con rojo, que iba acompañado por un menor de edad, tomó producto, lo puso en el checkout y luego sacó un arma de fuego para consumar el robo, huyendo con rumbo a la Vía Corta. Pese a la rápida respuesta de la Comisaría de San Pablo del Monte, los elementos no lograron ubicar a los responsables.

Asimismo, por la madrugada de este mismo día, un masculino, vecino del Barrio de San Pedro, fue encontrado brutalmente golpeado hasta quedar tirado en la calle Progreso de la colonia San Miguel. El masculino fue auxiliado por vecinos que confirmaron el violento ataque.

Estos hechos, que involucran armas de fuego, privación ilegal de la libertad y cuantiosas pérdidas, exigen una intervención inmediata de las autoridades de seguridad, ya que la frecuencia y brutalidad de los delitos ha superado la capacidad de respuesta del gobierno municipal.

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