A pesar de las promesas de la 4T de mejorar el sistema de salud en México hasta alcanzar el nivel de Dinamarca, en Tlaxcala el sector se encuentra rebasado y enfrenta serias deficiencias que afectan los servicios en hospitales y centros de salud de la entidad.

Aunque se impulsa la fusión del IMSS-Bienestar para reforzar el sistema, en la entidad el desabasto de medicamentos e insumos médicos es una de las principales quejas; día a día, los usuarios expresan en redes sociales su frustración y denuncian la falta de materiales esenciales en los nosocomios.

La falta de liderazgo en el sector salud en Tlaxcala es otra preocupación, ya que los señalamientos contra el delegado Gabriel Gutiérrez Morales reflejan una gestión sin rumbo claro ni eficiencia, pues su desempeño ha sido objeto de críticas por la carencia de resultados que permitan estabilizar el sistema.

A pesar de estas dificultades, la red de hospitales y clínicas continúa funcionando en buena parte gracias a la infraestructura heredada de administraciones pasadas, que aún sostiene la demanda diaria y a la resiliencia de los trabajadores del sector salud que ha sido fundamental para evitar un colapso total del sistema.